Knives and Skin review

En un pueblo rural del Medio Oeste americano desaparece Carolyn Harper, una adolescente muy estimada por sus compañeros y compañeras de instituto y por su familia. ¿Cómo afecta esto a su entorno?

Título original: Knives and Skin

Año: 2019

Duración: 111 min.

País: Estados Unidos

Director: Jennifer Reeder

Guion: Jennifer Reeder

Música: Nick Zinner

Fotografía: Christopher Rejano

Reparto: Kate Arrington, Marika Engelhardt, James Vincent Meredith, Tim Hopper, Emma Ladji, Ireon Roach, Marilyn Dodds Frank, Kayla Carter, Ty Olwin, Raven Whitley


Sorprendente apuesta visual.

He escogido mal día para hablar exclusivamente de cine, cosa que siempre intento. Las obras se empecinan en que casi siempre acabe yéndome por las ramas. Seguramente estaréis pensando en este momento que Knives and Skin es una película compleja. Para empezar leer un momento la sinopsis.


En un pueblo rural del Medio Oeste americano desaparece Carolyn Harper, una adolescente muy estimada por sus compañeros y compañeras de instituto y por su familia. ¿Cómo afecta esto a su entorno?

Tampoco parece una cosa del otro jueves, pensaréis acertadamente. Pero estamos hablando de cine, y ahora sí que me meto de lleno en lo que realmente importa. Este tamiz cinematográfico puede desvirtuar una cosa tan evidente como la explicada, es decir, que según como se plantee podríamos encontrarnos ante una obra terrorífica con la pantalla llena de vísceras y de sangre, un cuento de hadas con príncipe azul y todo, un drama costumbrista de la América profunda o un thriller muy negro.

Salvaría el expediente si dijera que es una mezcla de todo esto, pero apuntar que de terror tiene poquísimo. De lo otro pues sí, amalgama toda una serie de cosas que a veces encajan y otras no tanto.

El guion, cuya autoría recae también en la directora Jennifer Reeder, es bastante correcto sin llegar a profundizar en lo más turbio del asunto, cosa que nos hubiera encantado. Se queda más bien en el intento de dibujar a los muchos personajes que aparecen, lo que hace que la duración del film sea, en nuestra opinión, excesiva. Hay algo bastante chocante que perdura en todo el metraje, sin decir esto en su sentido más negativo. Nos referimos a los abundantes chascarrillos, chistes o bromas, como queráis llamarlo con una banda sonora, a cargo de Nick Zinner, que no engancha ni con cola. Es triste, tristísima, lo que hace que toda la obra tire hacia la palabreja de marras: drama. Destacar también, ya que hablamos de la parte musical, de las sugerentes versiones de canciones pop ochenteras en versión coral, una de las partes más vistosas de la cinta.


Si nos pusiéramos a detallar una por una las participaciones de los actores y actrices que intervienen, necesitaríamos mucho más espacio, así que vamos a abreviar y a destacar las más importantes. Empezamos con la televisiva Marika Engelhardt, que interpreta a la madre de la desgraciada Carolyn Harper, a la cual da vida Raven Whitley. Seguimos con la terna Ireon Roach, Emma Ladji y Kayla Carter como amigas de Carolyn. Para finalizar el extenso reparto en su versión femenina nombrar a Kate Arrington. En el otro lado de la balanza, un excelente e inquietante Ty Olwin, seguido de James Vincent Meredith y Tim Hopper.

Una producción que puede que os deje descolocados. Se trata de narrar una historia muy simple, vista a través de unos ojos camaleónicos. Intentad no perderos ningún detalle.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan