Jack Taylor, testigo del fantástico review


¿Quién le iba a decir al actor americano Jack Taylor que al recalar en España antes de ir a Italia, se convertiría en un rostro icónico en decenas de películas del fantaterror?

Título original: Jack Taylor, testigo del fantástico

Año: 2018

Duración: 30 min.

País: España

Director: Diego López

Guion: Diego López

Fotografía: Albert Calveres

Reparto: Jack Taylor


Jack Taylor, un testigo con voz propia.

Desde hace años, Diego López es uno de los mayores defensores del llamado fantaterror hispánico, ya sea desde las páginas de El Buque Maldito, el libro Silencios de Pánico – que para mí es una biblia - coescrito junto a David Pizarro con quien también realizó el documental Herederos de La Bestia o, ya a solas, este Jack Taylor, testigo del fantástico.


¿Quién le iba a decir al actor americano Jack Taylor que al recalar en España antes de ir a Italia, se convertiría en un rostro icónico en decenas de películas del fantaterror?

A la hora de hacer un documental sobre alguien a quien admiras, es fácil dejarse llevar por el entusiasmo y pasar de la historia real a la leyenda, generar el mito alrededor del ser humano dejando a este de lado. La decisión de Diego López al enfocar este Jack Taylor, testigo del fantástico, dejar a Taylor expresarse con sus propias palabras en vez de dar voz a los que le rodean, se convierte en la mejor manera de saber cómo es realmente este rostro muy conocido al que la mayoría no le pone nombre.

A lo largo de su escueto metraje de 30 minutos, en el sobrio emplazamiento del Salón de Tinell, Jack Taylor se presenta ante el espectador con todo tipo de anécdotas, desde las personales en el lejano oeste – con especial hincapié en por qué no le gustan los westerns – hasta su participación en grandes películas como Conan The Barbarian de John Millius o The Ninth Gate de Roman Polanski.

Acompañado por cortes de las películas en las que participó, Jack Taylor se revela como un hombre correcto y reservado, demasiado polite para todos aquellos que busquen carnaza, aunque lanza dardos a directores como Millius, Amando de Ossorio o Juan Piquer Simón, al tiempo que alaba la humildad de Arnold Schwarzenegger o el buen hacer de Roman Polanski.


La cámara de Diego López es sobria, mantiene la distancia lo justo, y convierte a Jack Taylor no solo en un superviviente entre el cambiante panorama del cine español, sino también en un repaso por distintas épocas y formas de entender un rodaje – desde las locuras de Jess Franco a los continuadores del género como Víctor Matellano o Eugenio Mirá – convirtiendo este Jack Taylor, testigo del fantástico en una mirada nostálgica y en una obra imprescindible para todo aquel que quiera acercarse al injustamente olvidado fantaterror hispánico.

Firma: Javier S. Donate.