Are We Dead Yet review


Parece un trabajo sencillo para esta panda de ladrones, aficionados más bien, que tras un robo bastante chapucero y perseguidos por la policía se refugian en una mansión abandonada que guarda muchos secretos en su interior; ladrones, policías y fantasmas se verán obligados a convivir bajo el mismo techo… Y solo puede quedar uno.

Título original: Are We Dead Yet

Año: 2019

Duración: 94 min.

País: Inglaterra

Director: Fredi Nwaka

Guion: Fredi Nwaka

Música: Dion Hurford

Fotografía: Jeffrey Owusu

Reparto: Jessica-Jane Stafford, Tim Faraday, Khali Best, Faisal Mohammed, Elijah Baker


Ligero crossover entre casas encantadas y ladrones.

En el año 1887, allá por el lejano siglo XIX, el escritor Oscar Wilde publicó una novela corta que se burlaba de la literatura gótica de fantasmas: El Fantasma de Canterville, donde una familia burguesa se enfrentaba al fantasma de turno que, penando por los rincones, les hacia la vida imposible. El actor/director Fredi Nwaka juega con elementos parecidos en su debut cinematográfico: Are We Dead Yet.


Parece un trabajo sencillo para esta panda de ladrones, aficionados más bien, que tras un robo bastante chapucero y perseguidos por la policía se refugian en una mansión abandonada que guarda muchos secretos en su interior; ladrones, policías y fantasmas se verán obligados a convivir bajo el mismo techo… Y solo puede quedar uno.

Sorprende la apuesta de Fredi Nwaka al mezclar elementos que le son afines, ya que ha participado en varios thrillers y policiales, con el mundo de las casas encantadas y maldiciones familiares. Hay cierto elemento gótico en la historia, esos fantasmas de distintas épocas vestidos con sus mejores galas y que vagan por la casa, e incluso elementos propios del mundo de Expediente Warren que, aunque no chirrían entre sí, chocan con la historia principal de los ladrones; posiblemente esto sea porque nos presenta a los protagonistas con tanta rapidez que uno acaba  pensando en ellos como “el barbas, el de color, la rubia oxigenada, el joven y el otro”, y sin dar tiempo al espectador a encariñarse con ellos, les mete en la casa encantada.

El guion de Nwaka quiere ser muy dinámico, e incluso encontramos alguna idea brillante como saltar, en un solo plano, del mundo de los vivos al de los muertos, pero una cosa es que obligue a la historia a moverse con rapidez, un acierto por su parte, y otra su miedo a perder el interés del espectador al  introducir con calzador una serie de tramas – policías y gánsters – que restan a la historia en vez de aportar ya que se interrumpen unas a otras. Este es el mayor error cometido por Nwaka: la falta de foco - ¿Es Are We Dead Yet una historia de ladrones, fantasmas, policías o gangsters? ya que sigue añadiendo elementos como maldiciones, tesoros ocultos, mapas, personajes vivos y muertos con sus propios planes… que generan el caos en pantalla.

Aunque el apartado técnico en más que correcto, y la fotografía nocturna de Jeffey Owusu funciona muy bien llegado el momento de las apariciones o, sobre todo, el terrorífico ataque nocturno en el pasillo, hay que suspender – o mejor dicho, poner en cuarentena para que no se contagie - el trabajo musical de Dion Hurford, quien no parece haberse leído el guion ni visto la película ya que suena más interesado en fomentar lo cool, como si compusiera para una película de Guy Ritchie, que lo siniestro o sobrenatural. Un consejo para la siguiente película de Fredi Nwaka: amigo, a veces es preferible un buen silencio que un acompañamiento musical terrible.


El nivel interpretativo es simpático, repito que uno conoce a los personajes por su características físicas antes que por sus nombres, pero debemos hablar de Khali Best como Kai ya que tiene la mejor frase de toda la cinta “yo no entro ahí, es que no sabes que los negros somos los primeros en morir en todas las películas de terror”, Jessica- Jane Stafford está muy mona y la presencia de Tim Faraday, el rostro más conocido del reparto debido a su participación en Snatch de Guy Ritchie, suena a favor personal ya que su personaje es inexistente.

Are We Dead Yet se distingue de propuestas similares debido a esos elementos de terror gótico, a los añadidos del terror moderno, y a la curiosa mezcla de tonos, pero el resultado es demasiado confuso y a veces el espectador se pregunta si se habrá perdido información por el camino o si, por el contrario, al director/guionista Fredi Nwaka se le ha olvidado contar algo importante.

Firma: Javier S. Donate.