La Influencia review

Aunque hace años que Alicia se juró no volver a la casa familiar debe regresar al pueblo tras una llamada de auxilio por parte de su hermana Sara: su madre, Victoria, agoniza. Instalada en la casa junto a su marido Mikel y su hija Nora, Sara pronto empezará a sentir que una presencia oscura y malsana habita en el lugar.

Título original: La Influencia

Año: 2019

Duración: 90 min.

País: España

Director: Denis Rovira van Boekholt

Guion: Ramsey Campbell (novela) Michel Gaztambide, Daniel Rissech, Denis Rovira van Boekholt

Música: Arnau Bataller

Fotografía: Isaac Vila

Reparto: Manuela Vellés, Maggie Civantos, Alain Hernández, Emma Suarez, Claudia Placer.


El universo narrativo de Ramsey Campbell en una película repleta de sustos.

Las óperas primas son un salto al vacío: hay mucho que demostrar y, a veces, parece que solo tienes una bala en la recámara. El escritor británico Ramsey Campbell es el autor de una de las mejores operas primas en años como fue la de Jaume Balagueró con Los Sin Nombre, el debutante Denis Rovira van Boekholt adapta otra novela de Campbell para su puesta de largo.


Aunque hace años que Alicia se juró no volver a la casa familiar debe regresar al pueblo tras una llamada de auxilio por parte de su hermana Sara: su madre, Victoria, agoniza. Instalada en la casa junto a su marido Mikel y su hija Nora, Sara pronto empezará a sentir que una presencia oscura y malsana habita en el lugar.

Denis Rovira van Boekholt, quien coescribe el guion junto a Michel Gaztambide y Daniel Rissech, acierta al tomar su propio rumbo y buscar un camino distinto al de Jaume Balagueró. Aunque ambos directores manejan las obsesiones de Ramsey Campbell - oscuras relaciones familiares, universos cerrados y una pátina de pesimismo – van Boekholt prefiere añadir luz a su paleta gracias a la fotografía de Isaac Vela que contrasta esos tonos verdes de la vegetación y el azul del mar con la oscuridad real y figurada que vive en la casa donde se desarrolla la historia; La realización de Denis Rovira van Boekholt es clásica, en el buen sentido de la palabra, y juega con los espacios para convertirlos en parte de la historia: los pasillos, escaleras, el sótano de la casa, cualquier habitación puede ocultar una amenaza. La cámara siempre está presente pero ayuda a narrar, no a demostrar la pericia del director, algo muy de agradecer al tratarse de una primera película.

El mayor fallo que encontramos en La Influencia es la indefinición de la amenaza: al ser una cinta de herencias familiares y tener bajo el mismo techo a tres generaciones, el guion falla al enfocar el protagonismo ya que péndula una y otra vez entre la historia de la niña, a la que ronda la presencia de una abuela agonizante y de la madre que intenta alejar a su hija de cualquier mal, sin decidir con qué bando quedarse. En este sentido los flashbacks, que deberían añadir luz a la historia del pasado, tienen poco peso y es una pena porque generan un interés que no termina de cuajar; lo mismo puede decirse de los saltos entre el interior y el exterior de la casa: cada vez que la historia se centra en el exterior, baja en intensidad e interés ya que lo realmente importante ocurre tras las puertas cerradas del piso superior.

Al ser una historia femenina generacional, tres fuertes presencias al frente del reparto como son Manuela Vellés, Maggie Civantos y, sobre todo, una gran Emma Suarez – en su primer papel de villana – que llenan la pantalla; no puede decirse lo mismo de Alain Hernández, el único papel masculino, cuyo paso por la historia resulta casi forzado. Claudia Placer, la niña, tiene peso en imagen y, esperemos siga creciendo interpretativamente.


¿Quiere decir todo lo anterior que La Influencia es una mala película? No, al contrario, es una cinta que gustará al público debido a una historia interesante, buena realización, momentos de terror más que agradecidos, el ritmo no decae en momento alguno y la música de Arnau Bataller, aunque tal vez abusa de los golpes orquestales, ayuda a potenciar la amenaza presente en cada minuto; pero el espectador curtido en el género sentirá que algo le falta.

La ópera prima de Denis Rovira van Boekholt es una muy buena carta de presentación y, esperemos, el inicio de una larga y prometedora carrera.

Firma: Javier S. Donate.