Godzilla: Rey de los Monstruos review

Tras la destrucción de San Francisco por la pelea entre Godzilla y el Muto, el mundo ha cambiado: no solo se ha descubierto la existencia de inmensos monstruos, llamados Titanes, sino que aquel que los controle dominará el mundo. Un grupo de terroristas, comandados por Alan Jonah, tiene el arriesgado plan de despertar a todos los Kaijus del mundo.

Título original: Godzilla: King Of Monsters

Año: 2019

Duración: 132 min.

País: Estados Unidos

Director: Michael Dougherty

Guion: Michael Dougherty, Zach Shields

Música: Bear McCreary

Fotografía: Lawrence Sher

Reparto: Kyle Chandler, Vera Farmiga, Millie Bobby Brown, Sally Hawkins, Ken Watanabe, Ziyi Zhang


La película que esperaba todo fan de los Kaiju.

Gozdilla – AKA Gojira – no solo es un ícono japonés que cristalizó el pánico nuclear de los japoneses tras la segunda guerra mundial, ni el origen del género Kaiju (monstruo) sino que se ha convertido en parte del imaginario popular; en el año 1998, Roland Emmerich pinchó con su acercamiento a esta legendaria criatura con una cinta que recordaba más a Jurassic Park de Steven Spielberg que a una película de Kaijus. En el año 2014 llegó la cinta Godzilla de Gareth Edwards y puso la primera pieza de un universo monstruoso apuntalado por Kong: Skull Island y ya lanzado a rodar con Godzilla: King Of Monsters.


Tras la destrucción de San Francisco por la pelea entre Godzilla y el Muto, el mundo ha cambiado: no solo se ha descubierto la existencia de inmensos monstruos, llamados Titanes, sino que aquel que los controle dominará el mundo. Un grupo de terroristas, comandados por Alan Jonah, tiene el arriesgado plan de despertar a todos los Kaijus del mundo.

Michael Dougherty – director de la más que estimable Trick ‘r’ Treat y la irregular Krampus – acomete con su coguionista Zach Shields la tarea de crear un mundo repleto de kaijus y el resultado es, a la vez, divertido e irregular. Desde su creación, allá por 1954, el mayor punto flaco en casi todas las historias ha sido el elemento dramático. Cierto es que no podemos tener una cinta de dos horas dedicada exclusivamente a peleas de los humanos contra Kaijus y los Kaijus entre sí, porque resultaría excesivamente caro y, a la larga, agotador como se demostró en Shin Godzilla; pero la historia “humana” planteada en este Godzilla: King Of Monsters no cuaja debido a que el espectador, ahora hablo a nivel personal, es incapaz de empatizar con unos personajes demasiado típicos: padres enfrentados, una hija que se deja llevar de un lado a otro… Curiosamente lo mejor de la cinta son los personajes heredados de la película anterior - el almirante William Stenz junto a los doctores Ishiro Serizawa y Vivienne Graham – que no solo dan sensación de continuidad sino que generan expectativas a la hora de enfrentar las diversas amenazas.

El gran acierto de Dougherty y Shields es lo desprejuiciado de la historia con la existencia del mundo hueco, una teoría ya creada por escritores en el siglo XIX, y añadirle como civilizaciones anteriores a la prehistoria y cuya existencia ha sido olvidada, al mismo tiempo que expanden la amenaza hasta convertirla en global y se permiten guiños a la saga de Jurassic Park; aquí es donde Godzilla: King Of… acierta de pleno: ese mundo donde todo puede tener cabida. La aparición y posteriores peleas entre los Kaijus resultan espectaculares, el nivel de destrucción crece exponencialmente para ofrecer al espectador unas secuencias de acción que clavan en la retina. Aquí debemos destacar el trabajo del fotógrafo Lawrence Sher y el músico Bear McCreary – atención a las adaptaciones de los temas clásicos en el universo Kaiju – que refuerzan la sensación de una historia “bigger than Life”.


Como ya dije antes, el mayor fallo de esta película es el elemento humano, personajes que resultan anodinos, y se ve potenciada por el escaso peso de Kyle Chandler – actor limitado cuyo único registro es la tristeza – y lo mismo podemos decir de su familia cinematográfica ya que Vera Farmiga va de un lado a otro, empujada por la historia, y Millie Bobby Brown repite los tics de “su” Eleven en la serie Strangers Things. Charles Dance, como el ecoterrorista Alan Jonah carece de recorrido pero se debe a la importancia que tendrá en las siguientes cintas.

Pero si obviamos este fallo, encontraremos que Godzilla: King Of Monsters es una refrescante cinta de Kaijus, cuya duración se pasa en un suspiro, que en las manos adecuadas, si se atreven a seguir los pasos establecidos por Michael Dougherty y Zach Shields, puede generar una saga de películas que el espectador esperará con ganas.

Un gran divertimento para toda la familia.

Firma: Javier S. Donate.