Crónica Sant Cugat Fantàstic 2019 día 2


Arranca la segunda jornada con una programación dónde abunda la sangre, pero no os asustéis, está colocada en su justo momento, ¿o no? juzgad vosotros mismos después de leer todo lo que os vamos a explicar.

Para empezar un corto con un título tan cañí como Amancio Vampiro de Pueblo de Alejo Ibáñez, contando con la colaboración en el guion de Josu Ortiz Aguirre. Estamos ante un debut que no solo es quedarse en la simple anécdota de colocarle una boina al vampiro que todos conocemos. Detrás está la historia de Amancio, el tabernero de un bar sin parroquianos que añora los viejos tiempos. Como un leve trasfondo se vislumbra la despoblación del mundo rural y la soledad de las personas mayores. En las interpretaciones tenemos a Ángeles Arias, Felipe García Vélez, Isabel Gaudí y Mariano Llorente. Amancio es el barman de un bar sin feligreses. Allí pasa sus noches añorando los buenos momentos, pero ahora ni siquiera puede atraer a su único vecino: un perro callejero. Su suerte cambia con la llegada de dos familiares. Amancio tiene que elegir entre terminar su existencia solitaria o su sed de sangre.

Seguimos con la estadounidense The Cleaning Lady de Jon Knautz que comparte la autoría en el guion con Alexis Kendra, también protagonista del film. Retrata de manera fascinante la mente de una joven profundamente perturbada a través de una historia enfermiza. Knautz y Kendra han creado una película realmente retorcida en todos los niveles. Encabeza el reparto la mencionada Alexis Kendra, acompañándola Stelio Savante, Rachel Alig, Elizabeth Sandy y Mykayla Sohn. Una mujer hermosa pero solitaria encuentra compañía con su señora de la limpieza, una chica misteriosa cuya cara ha sido desfigurada en un accidente en su infancia. A medida que se desarrolla la relación entre ambas, se descubre que la chica esconde un pasado oscuro desencadenando un horroroso acto de venganza.

El segundo bloque empieza con el cortometraje titulado Cariño del gaditano Ángel Gómez. El guion es obra de Víctor Gado. A modo de recordatorio mencionar que Ángel Gómez dirigió en el 2016 Behind, proponiéndonos en esta ocasión una historia de venganza que incluye elementos del más puro terror. El elenco es de lujo. Nacho Guerreros (Sin Ti, La Que se Avecina) lo encabeza, seguido de la incombustible Macarena Gómez (El Fotógrafo de Mauthausen, Behind y Pieles) y acabando con Rosa Álvarez. Para Sabina, sus nuevos vecinos son una bendición. Sin embargo pronto se dará cuenta de que no todo es tan perfecto como parece, transformando su solitaria vida en una auténtica pesadilla.

A continuación una de Estados Unidos titulada Ruin Me de Preston DeFrancis. Cuenta con la colaboración en el guion de Trysta A. Bissett. El director hace su debut en el largometraje con esta slasher que introduce toques de thriller, cosa bastante común en los tiempos que corren. Lo dicho nada nuevo bajo el sol. Jóvenes indefensos perdidos en medio de un bosque siendo masacrados por un psicópata, ¿os suena de algo? Encabeza el reparto Marcienne Dwyer, seguida por Matt Dellapina y Chris Hill. Alexandra, a regañadientes, acude al Slasher Sleepout, un evento extremo que pertenece a las actividades de un campamento, parte casa encantada, parte escape room. Cuando la diversión se vuelve mortal, Alex tendrá que jugar el juego si quiere salir con vida.

Vamos con el tercer bloque encabezado por el cortometraje Lobisome de Juan de Dios Garduño. En el guion colabora David J. Skinner (escritor especializado en la novela negra). En palabras de su director: “Echo mucho en falta en las películas de hoy efectos más artesanales”. Por esa razón ha pretendido realizar un cortometraje cargado de efectos especiales, animatronics y maquillaje a la antigua usanza. En el reparto nos encontramos con el siempre eficiente Enrique Villén (La Que Se Avecina), Pablo Chiapella (Muchachada Nui, La Hora Chanante), Jorge Pobes y Alberto Jo Lee. Jorge e Iván reciben un encargo sencillo: robar un maletín y entregarlo a su cliente en los baños de un aeropuerto. Lo que no imaginan es que el maletín contiene una maldición milenaria.

Volvemos a Estados Unidos para ver The Night Sitter de Abiel Bruhn y John Rocco, autores también del guion. Ah!, esa costumbre tan americana de salir a cenar dejando a tus hijos en manos de completas desconocidas. Todas esas carreras universitarias que se han pagado aguantando a los hijos de otros durante toda la noche. Y sobre todo ¿Qué sería de los psicópatas si no existieran las canguros? La ópera prima de Abiel Bruhn y John Rocco parte de un elemento muy destacable: tal como dijo Steven Spielberg, hay que rodar cintas que uno quiera ver en el cine. No puedes lograr que The Night Sitter funcione si el trabajo actoral no acompaña, y aquí han acertado de pleno ya que tanto Elyse Dufour como Jack Champion, respectivamente la canguro aburrida y niño repelente, tienen química desde el primer plano, esto no es solo por sus actuaciones sino que las mejores líneas de guion son los diálogos entre ambos. El resto de los personajes cumplen con su función, a destacar Bailey Campbell como Ronnie. Amber acude a una casa situada en un barrio adinerado. El trabajo es sencillo, aguantar durante unas horas a dos niños mientras los padres se van a cenar, el problema es que Amber tiene la idea de llevarse todo objeto de valor que encuentre en la casa y tras una puerta, cerrada a cal y canto, hay varios peligros ocultos; es tiempo de cambiar los planes.

Nos adentramos en la sesión de noche con un trío que pone los pelos de punta. Para empezar el cortometraje Le Blizzard de Álvaro Rodríguez Areny. Si algo podemos destacar de las realizaciones del director andorrano es una cuidada presentación del producto. En Le Blizzard es exquisita, empezando por una impecable fotografía, a cargo de Olmo Sobrino, que además tiene como dificultad añadida el rodaje en la nieve. Tenemos que resaltar que todo el metraje de la cinta está realizado en unos sugerentes exteriores, sin que ello merme en absoluto la carga dramática que atesora. Tras un inicio algo largo, comparado con la duración total del film, nos adentramos en una historia de pesadilla sin que esto último sea sinónimo de terror puro. Es una trama que tira más hacia lo fantástico pero que encierra, en su esencia, el peor de los horrores, como puede ser el desarraigo, la incomunicación y la desesperanza. Todo esto queda reflejado perfectamente en un guion simple pero muy efectivo y al que no le falta de nada. En cuanto al elenco, destacar la gran y descarnada interpretación de Aida Folch (El Artista y la ModeloLos Lunes al Sol) ya que lleva todo el peso del film. Del resto nombrar a unos muy secundarios Isak FérrizAlex Moreu Garriga y la pequeña Irene Quero. Marie se despierta ensangrentada en medio de un bosque nevado y en plena ventisca. Tras el aturdimiento inicial una sola palabra sale de su boca: el nombre de su hija Margot. Ahora se inicia la peor de sus pesadillas que es la de encontrarla en aquel desierto blanco.

Esto no ha hecho más que empezar y ya ardemos en deseos de ver la siguiente proyección que es, ni más ni menos, que la canadiense Ghostland, escrita y dirigida por Pascal Laugier. Todo amante del género de terror conoce Martyrs, pues por allá el 2008 se estrenaba dando mucho que hablar por todos los festivales que pisaba. Pues esa película era el culmen de la nueva oleada de cine de terror francés que estaba azotando al mundo entero. Después de este tremendo éxito, su director viajó a las Américas a hacer fortuna como muchos otros, pero no acabó de funcionar su film El hombre de las sombras. Pero ahora, seis largos años más tarde logra volver a subir al Olimpo del terror con su nueva producción, Ghostland. Creemos que el film es la evolución lógica de su anterior éxito, Martyrs, al terror actual. Ha dado con la tecla correcta para conseguir una mezcla muy destacable entre terror visceral y los típicos “jumpscares” tan de moda en los films de terror actuales. Como curiosidad, la oscura y acertada fotografía de Danny Nowak sorprende y más cuando echas un ojo a su dilatada carrera, pues podemos comprobar que no tiene casi contacto con el cine de terror a pesar de haber trabajado en más de una cincuentena de títulos. Creo que Pascal Laugier ha sabido sacar todo el jugo a la experiencia de Nowak consiguiendo un tono muy oscuro que hasta ahora no había alcanzado en las cintas del director. En las interpretaciones nos encontramos con Crystal Reed (Ghotam), Anastasia Phillips (Don’t Talk to Irene), Emilia Jones (High-Rise) y Mylène Farmer. Las pequeñas hermanas Beth y Vera acaban de heredar un viejo caserón junto a su madre. Al llegar a esa vieja y lúgubre casa las niñas empezarán a ver lo aterrador que puede llegar a ser ese lugar. Pero todo se tuerce cuando la primera noche aparece una furgoneta con unos misteriosos individuos que intentarán sesgar las vidas de la apacible familia.

Para finalizar la terna de este maravilloso maratón, la japonesa One Cut of the Dead, escrita y dirigida por Shin'chirô Ueda. Estamos ante una película especial, una que no se olvida fácilmente, y es que la originalidad de esta cinta es absoluta. Sí que hemos visto cintas de metacine (películas dentro de películas) y algunas muy buenas, hablando exclusivamente del género de terror y similares tenemos las muy recomendable Tesis (1996) o Scream 2 (1997), pero esta cinta va un poco más allá llevando el significado de la expresión a un estado literal. Película con una buena parte rodada en plano secuencia (con la dificultad que esto supone) cuenta la historia de un equipo de producción y realización que debe luchar contra viento y marea (y contra la ley de Murphy) para terminar un mediometraje que se está emitiendo en directo. Con estos elementos nos queda una comedia extraña pero absolutamente deliciosa que atrapa al espectador a la larga y que acabará vibrando. Pues esta cinta esconde muy bien sus cartas, lo que al principio parece una tosca, ridícula y amateur cinta de terror se va transformando en una carta de amor al cine, con un sacrificado director, un reparto inmerso hasta el extremo y, sobretodo, un absoluto homenaje al equipo de producción, tantas veces olvidados y de tantísima importancia detrás de la cámara, ellos se convierten sin prácticamente hablar en los auténticos protagonistas de esta imposible película. En las interpretaciones tenemos a Takayuki Hamatsu, Yuzuki Akiyama, Harumi Shuhama y Kazuaki Nagaya. Un pequeño equipo está rodando una sencilla película de zombies en una nave industrial. En un descanso del rodaje los actores se percatan de que algo raro está ocurriendo afuera, un ataque de zombies reales se está acercando.

No ha estado nada mal. Mañana muchas más proyecciones y alicientes.