Crónica Festival de Cannes 2019 día 8 y 9


Parece que hayamos hecho a propósito guardarnos lo mejor para las dos últimas jornadas, pero eso no depende de nosotros, así que vamos a detallaros dos días que han hecho que todo cuadrara. Seguramente en estas crónicas habréis encontrado a faltar algún que otro film, pero si hubieran sido más exhaustivas aún estaríamos escribiendo la del primer día.

Vamos por materia. Para empezar nombrar la primera película hablada en gallego que se ha proyectado en todas las ediciones del Festival de Cannes. Estamos hablando de O Que Arde (Viendra la Feu) de Oliver Axe, que cuenta con la colaboración en el guion de Santiago Fillol. Estamos ante una oda a la vida rural, con todo lo que eso conlleva. En medio de todo eso la relación en un hombre y su madre en la que apenas existen diálogos. Se podría decir que están unidos por algo sobrenatural que traspasa la pantalla a través de unas imágenes preciosistas sin llegar a ser intelectualoides. Destacar una impresionante escena inicial en la cual por la noche un bulldozer se abre camino a través de un campo de eucaliptos a los cuales derriba. Una de las mejores escenas que hemos podido disfrutar en este festival. Sin contar a uno de los protagonistas, el fuego, en las interpretaciones tenemos a actores y actrices no profesionales. Nombramos a Amador Arias y a Benedicta Sánchez Vila. Amador es un hombre que regresa al hogar familiar tras cumplir condena por pirómano. De vuelta a casa, convive con su madre y es acusado de causar un nuevo incendio.

Toca a hacer un viaje en el tiempo y es que este año se ha hecho un pequeño ciclo de tres films del director surrealista de Calanda Luís Buñuel. El que hemos podido disfrutar hoy es La Edad de Oro (L’Âge d’Or), rodada en el año 1930. En el guion cuenta con la colaboración de Salvador Dalí. Con estos antecedentes ya os podéis ir haciendo a la idea de lo que hemos podido ver. Sin ser realmente sus intenciones iniciales, Buñuel consiguió dar forma a una película surrealista. Su no pertenencia, en ese momento, al surrealismo originario del París de esa época confirma su encuentro “natural” con ese movimiento. Una de las particularidades de este film es que en los créditos aparece como coguionista el pintor de Figueres, cuando la realidad es que solo participó en una escena que además envió por carta y Buñuel aceptó incluir en la cinta. En las interpretaciones contamos con Gaston Modot, Lya Lys, Caridad de Laberdesque y Max Ernst. Cuenta la historia de un hombre y una mujer que están apasionadamente enamorados, pero sus intentos de consumar esa pasión son constantemente frustrados por sus familias, la Iglesia y la sociedad burguesa.

Pisamos por vez primera Le Théâtre de la Croisette, dentro de la Quinzaine des Réalisateurs, para asistir a la masterclass de Robert Rodriguez y posterior proyección de su film Red 11 del cual es también guionista. Súper interesante y amena presentación a cargo del director estadounidense en la cual nos explica, a través de un audiovisual, divertidas anécdotas del rodaje y alguna pincelada de los originales stunts utilizados. En cuanto a la película en sí, decir que esperábamos algo más. Se aparta un poco de sus anteriores producciones desarrollando un guion muy elaborado pero que acaba siendo algo repetitivo. De todas maneras indicar que sigue utilizando ese típico humor negro que le caracteriza, lo que ha hecho que sus incondicionales fans aplaudieran a rabiar. El elenco está encabezado por un prometedor Roby Attal (Hell Fest), acompañado, entre otros, por Pierce Bailey (American Crime), Steve Brudniak (Waking Life) y Lauren Hatfield (Hostage). Red 11 es el nombre en clave del protagonista de la historia, un joven internado en un laboratorio donde chavales se ofrecen a ser objeto de experimentos a cambio de dinero fácil o, como el caso de nuestro héroe, para pagar una deuda (de… 7.000 dólares). La historia nos muestra las particularidades, personajes y comedia que extrajo Robert Rodriguez de su propia experiencia, pero con un giro de horror y ciencia ficción dado que, al estar bajo el efecto de drogas experimentales, Red 11 no sabe si lo que tiene delante de él es realidad o ficción”.

Seguidamente nos disponemos a ver Evge (Homeward), escrita y dirigida por Nariman Aliev en este su debut en el largometraje. Estamos ante una cinta que a pesar de su historia, algo no muy atractivo para el público occidental, se convierte en toda una sorpresa a causa de su acertado ritmo que no decae en toda la cinta. Si hubiera optado por lo que últimamente está de moda, como puede ser un ritmo lento y poético, seguramente nuestra impresión habría cambiado, pero eso nunca se sabe. Queremos decir con esto que cuando finaliza salimos con la sensación de haber disfrutado de buen cine. Esto, quiérase o no, es algo que la encumbra y hace que la recomendemos encarecidamente. Lo que no sabemos es dónde la podréis ver. Cosas de la industria. En las interpretaciones tenemos a Akhtem Seitablayev, Remzi Bilyalov, Dariya Barihashvili y Anatoly Marempolskiy. Habiendo perdido a su hijo mayor en la guerra entre Rusia y Ucrania, Mustafa decide llevar el cuerpo del chico a su tierra natal: Crimea. Juntos, él y su hijo menor emprenden un viaje que marcará profundamente su relación.

Vamos con una recta final que colmará vuestros más bajos instintos. Para empezar una de Corea del Sur: Parasite de Joon-ho Bong (Okja, The Host, Momories of Murder). En el guion tenemos, a aparte del director, a Dae-hwan Kim y a Jin Won Han. Está basada en el cómic del japonés Hitoshi Iwaaki. Hablando del guion, lo podríamos definir como magistral con unos diálogos, frescos y muy divertidos. Indicar que en la sala donde se proyectó, las carcajadas eran constantes. Los gags se van sucediendo uno tras otro como un más difícil todavía, mientras la trama se va enredando y derivando en una simple y sana comedia de enredo, pero…, nos sabe mal, no podemos explicar más. Técnicamente impecable, utiliza todos los tics habidos y por haber del cine coreano moderno, lo que quiere decir, en resumen, que la calidad desborda la pantalla, en una sucesión de escenas a cuál más bien rodada. Las interpretaciones son de altura, si no basta nombrar a Kang-ho Song (The Host, Memories of Murder), Sun-kyun Lee (A Hard Day, Paju), Woo-sik Choi (Okja, Train to Busan) y So-dam Park (Desaparecidas, Sado).  Todos desempleados, la familia de Ki-taek se interesa especialmente en los parques ricos y glamorosos para su subsistencia hasta que se enredan en un incidente inesperado.

Con redoble de tambores recibimos a la última película de esta crónica y de nuestras proyecciones en el Festival de Cannes de este año. Nos estamos refiriendo a Once Upon a Time … in Hollywood, escrita y dirigida por Quentin Tarantino (Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Los Odiosos Ocho). Con un lleno hasta la bandera en todas las proyecciones de estos días, el film del Sr. Tarantino ha creado una expectación que creemos ha desbordado a la organización del festival. Colas interminables e infinitas en el tiempo dan fe de ello. Pero no todo iba a ser malo, la recompensa es enorme ya que estamos ante uno de los films del año. Ha valido la pena la espera y el esfuerzo para poder entrar en la sala. Quien más quien menos al oír el vocablo Tarantino ya se hace una idea de lo aparecerá en la pantalla. En este film se aparta algo de todo esto tirando más hacia la emotividad llegando a ser conmovedora. Todos los creadores están en su derecho de ir modificando su carrera conforme van cayendo sus obras, Quentin Tarantino no iba a ser menos. ¿Qué decir de las interpretaciones?, pues que solo nombrar al elenco ya se nos ponen los pelos de punta. Tenemos a Leonardo di Caprio (El Lobo de Wall Street, Atrápame si Puedes), Brad Pitt (The Tree of Life, Seven), Margot Robbie (La Leyenda de Tarzán), James Marsden (X-Men) y Kurt Russell (Los Odiosos Ocho, Bone Tomahawk). Un descolorido actor de televisión y su doble se esforzaron por alcanzar la fama y el éxito en la industria del cine durante los últimos años de la Edad de Oro de Hollywood en 1969 en Los Ángeles.

Y esto ha llegado a su fin. Han sido unos días intensos disfrutados de la misma manera, con el cine como telón de fondo. El próximo año estaremos aquí de nuevo para explicaros todo lo que vendrá en el mundo del cine. Au revoire Cannes!