Entrevista al actor Jack Taylor


Entrevista realizada en el Festival terrorMolins 2018 al actor Jack Taylor.


¿Siendo un rostro clásico del cine de género hispánico, cómo llegas a España?

Vivía en los Ángeles y no estaba muy contento con los papeles que me ofrecían. Me quería ir a Italia pero no tenía dinero, así que fui a Méjico donde hice trece películas y cuatro obras de teatro. En la última obra que representé, una comedia musical llamada la Pelirroja, uno de los productores era español y decidió representarla en Madrid. Debutamos en el teatro de La Zarzuela, las primeras semanas fueron bien y luego dejaron de venir, porque no se conocía en España la comedia musical. Pero como estaba en Europa, me quedé.


¿Cuál es tu primera película del fantaterror?

Al principio lo tuve difícil porque el sindicato Vertical me vetaba, pero tuve la suerte que un productor francés me puso bajo contrato y así pude empezar a trabajar en coproducciones. Lo primero que hice en España fue Cleopatra, y después era un western, que los odio, pero una noche cenando con el equipo, conocí a Jesús Franco y me llamó para rodar Necronomicon en Lisboa. También es cierto que mi físico me condicionó para ese tipo de papeles.


¿Qué puedes contarnos de Wax, la opera prima de Victor Matellano?

Conocí a Víctor como hace 25 años, me llamó para su primer corto y después escribió para mí el papel de Doctor Knox, uno de mis papeles favoritos. Ahora estamos viendo hacer otra historia sobre Knox, a ver si sale.


¿Cómo fue el rodaje del documental Jack Taylor, testigo del fantástico?

Conocí a Diego cuando me entrevistó para su revista El Buque Maldito, y me habló de hacer un documental. Y a raíz de editar mi autobiografía, me llamó para grabar el documental. Está narrado como la historia de mi vida, me gustaría hacerlo de nuevo con otro ángulo de cámara. Diego López es un gran amigo mío, lo ha hecho con mucho cariño y estoy muy agradecido.


¿Qué anécdota recuerdas con más cariño de todas las películas que has realizado de fantaterror?

Imposible, son muchísimas (piensa un poco) Bueno, tal vez la Novena Puerta, cuando trabaje con Roman Polanski, no por ser él, sino por lo cariñoso y respetuoso que fue conmigo. Durante el rodaje me hizo un par de observaciones en la secuencia que hablaba con Johnny Deep y le miraba a la cara, me dijo que mirase la bolsa y el libro que contenía.
Y una de mis peores experiencias fue en Conan de John Millius. Me llevaron a El Ejido en Almería, me maquillaron y vistieron como el sacerdote, y me metieron en roulotte donde me pasé todo el día esperando. Esa noche me fui al hotel y al día siguiente no pudimos rodar porque había mucho sol y Millius quería que estuviera nublado. Al tercer día, tras vestuario y maquillaje, me lanzaron en una secuencia con extras, animales, cachivaches, sin decirme nada, sin ensayar… Cuando veo de espaldas ese armario andante que es Schwarzenegger, pensé “dios mío como voy a parar a este monstruo”, digo monstruo con cariño, pero me acerqué a él y puse la mano en su hombro. Schwazenegger se dio la vuelta e hicimos una secuencia maravillosa. Y cuando terminé nadie me dijo nada excepto Shwazenegger que se acercó y dijo “John está muy contento”.


¿Por qué odias el género del Western?

Parte de mi familia paterna eran del sur, llegaron en 1654, somos gringos de hace muchos años. Mi bisabuelo era amigo de Wyatt Earp y había visto a Billy el Niño, me lo contaba mi abuelo porque mi bisabuelo murió cuando yo tenía un año. El género de los westerns no me gusta, las chicas de salón no eran tan guapas, o delgadas ni tan bañadas. Los vaqueros no se retaban como en High Noon, me contó mi abuelo que le dijeron a alguien “mira, fulano te está buscando para matarte”, así que se fue al salón, ocupo una silla frente a la puerta y en cuanto Fulano entró le pegó un par de tiros. Los Westerns son la opera americana.


¿Cuál es su película de terror favorita?

Pueden ser varias, son las antiguas alemanas, M tal vez. Drácula de Francis Ford Coppola es una obra maestra.