Annabelle: Creation review

Un artesano que fabrica muñecas y su mujer sufren una terrible desgracia familiar, tras varios años de penuria deciden llenar la gran casa que residen con varias niñas de adopción. Lo que parece un hogar magnífico para las recién llegadas pronto dejará de serlo por la presencia inesperada de Annabelle quien aterrará sus vidas.

Título original: Annabelle: Creation

Año: 2017

Duración: 109 min.

País: Estados Unidos

Director: David F. Sandberg

Guión: Gary Dauberman

Música: Benjamin Wallfisch

Fotografía: Maxime Alexandre

Reparto: Anthony LaPaglia, Samara Lee, Miranda Otto, Brad Greenquist, Lulu Wilson, Talitha Eliana Bateman, Stephanie Sigman, Mark Bramhall, Grace Fulton, Philippa Coulthard, Tayler Buck


El inicio que Annabelle se merece.

Desde el principio, así es como empieza esta historia, desde los inicios de la creación y del origen de Annabelle como persona, como muñeca y como demonio también. Todas las dudas que uno se puede haber planteado se verán contestadas en la segunda película sobre la muñeca maldita que pudimos ver levemente en de The Conjuring.


Un artesano que fabrica muñecas y su mujer sufren una terrible desgracia familiar, tras varios años de penuria deciden llenar la gran casa que residen con varias niñas de adopción. Lo que parece un hogar magnífico para las recién llegadas pronto dejará de serlo por la presencia inesperada de Annabelle quien aterrará sus vidas.

Tras la película de Annabelle de 2014 dirigida por John R. Leonetti que resultó ser un gran éxito en taquilla, pero no tanto entre los fans que la vieron bajo la alargada sombra de The Conjuring o Insidious, aparece ahora esta precuela dispuesta a subsanar los errores que pudimos apreciar en su predecesora, desde el inicio del metraje así lo quiere dejar claro, con uno de los sobresaltos más grandes de todo el minutaje. Como su predecesora no busca encontrar una atmósfera trabajada al detalle con sutilezas en la historia, sabe lo que tiene y lo explota al máximo, quizás demasiado explícito en su final para mi gusto, pero con bastante mejor resultado que la anterior historia sobre la muñeca.

En esta ocasión dirige el sueco David F. Sandberg, quien recordaréis por sus cortos de terror y sobrenatural de poca duración prácticamente a modo de ensayo o su primer largometraje estrenado en 2016 Nunca apagues la luz (Lights out). Un director más que correcto en su segundo largometraje donde no se complica la vida con planos difíciles o excepcionalmente estudiados, va por faena y como resultado tenemos una película visualmente muy amena.

La historia vuelve a recaer sobre la pluma de Gary Dauberman, quien ya escribió el guión de la anterior película, en esta ocasión parece haber detallado un trabajo mucho más directo, que ha favorecido sin duda el trabajo para el director.

Maxime Alexandre, es el encargado de la fotografía un pelín menos oscura de lo que me gustaría para esta película, pero correcto en todo lo demás.


El cast está mayoritariamente compuesto por niñas, las más principales son Talitha Eliana Bateman acertada en el papel más complicado de todos y Lulu Wilson quien también lo hace bastante bien a pesar de su edad, los adultos protagonistas son Anthony LaPaglia, en un personaje bastante seco pero quien sufre en sus propias carnes uno de los mejores efectos especiales de toda la película, Miranda Otto, con un pequeño pero misterioso papel dentro de la historia y Stephanie Sigman, en el carácter de la monja encargada de las niñas y a quien recordaréis en una interpretación soberbia en la película Miss Bala (review).

Dan lo que se espera, y eso es importante, sin especular ni tratar de cambiar el producto que el espectador espera ver recomiendo esta película a todos aquellos a quienes haya suscitado algún interés todas las anteriores de esta misma índole, pues no desmerece en ningún momento y hay un par de secuencias realmente buenas.

Firma: Gerard FM.
@tmagerard

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