SOMBRA - Sequence Break review


Un joven técnico de videojuegos vive recluido y ensimismado en su trabajo. Conoce a una joven con la que entabla una relación. Extrañas fuerzas amenazan su realidad, entre ellas unas extrañas mutaciones que lo transportaran a un mundo de difícil salida.

Título original: Sequence Break

Año: 2017

Duración: 80 min.

País: Estados Unidos

Director: Graham Skipper

Guión: Graham Skipper

Música: Van Hughes

Fotografía: Brian Sowell

Reparto: Chase Williamson, Audrey Wasilewski, Fabianne Therese, Lyle Kanouse, John Dinan


La perversión de la vetusta tecnología.

En juegos de ordenador un sequence break es el acto de saltarse el orden lineal de la programación, utilizándose, entre otras cosas, para hacer el juego más difícil.

Esta breve introducción sirve para que os vayáis haciendo una idea de lo que trata este film. Los fanáticos gamers ya se estarán relamiendo, sobre todo los que hayan adquirido, cosa que está bastante de moda, una recreativa de aquellas de la década ochentera. Ahora esos vicios son bastante solitarios pero en esa época los salones recreativos se llenaban de todo tipo de curiosos personajes.


Graham Skipper se mete en este fregado con poca convicción, explicándonos una historia que pretende ser algo parecido a la mítica Tron (Steven Lisberger, 1982). Es evidente que intentar emular ese film de los ochenta es un mal negocio sobre todo si se quiere superar a base de las más modernas y sofisticadas técnicas, lo que nos llevaría a un galimatías de difícil comprensión. Evitar esto es uno de los pocos aciertos de esta cinta. Se dedica más a tocar los aspectos más humanos de ese mundo que creíamos en desuso.

Un joven técnico de videojuegos vive recluido y ensimismado en su trabajo. Conoce a una joven con la que entabla una relación. Extrañas fuerzas amenazan su realidad, entre ellas unas extrañas mutaciones que lo transportaran a un mundo de difícil salida.

Skipper se coloca en esta ocasión tras las cámaras, asumiendo también el rol de guionista. Su carrera como actor nos ha dejado algunos títulos que merecen ser mencionados. Por un lado Casi humanos (Almost Human. Joe Begos, 2013) y Beyond the Gates (Jackson Stewart, 2016). La historia sin ser algo extraordinario resulta atractiva para el espectador. La curiosidad que provocan esas vetustas máquinas hace que seguirla resulte simpático. Las palancas y los botones, que tenían que sufrir todo tipo de golpes, cobran protagonismo, aunque lo verdaderamente importante se oculta tras los circuitos que, como vísceras, parecen cobrar vida. Esa parte es bastante interesante por la manera bastante original con que está resuelta. Por otro lado cae en la monotonía, a lo que contribuye la ya habitual historia de amor. No tenemos nada en contra de esto, pero se podría haber profundizado más en lo escabroso o terrorífico y, si me apuráis mucho, en la recreación de una inmersión más profunda dentro de la máquina. Tiene algún apunte interesante, sobre todo en la recreación del mundo paralelo en el que se mueve el protagonista.


En las interpretaciones tenemos a Chase Williamson (The Guest y Beyond the Gates), en un personaje al cual no sabe darle el aire necesario. Su poca expresividad lo diluye entre tanta recreativa. Seguimos con Fabianne Therese (Starry Eyes y Southbound) que se come literalmente la pantalla, empequeñeciendo a su partenaire. Acabamos con un desconocido John Dinan en un papel bastante misterioso.

Si lo vuestro son los antiguos videojuegos arcade con los que acababas muy mareado, esta es vuestra cinta. Si por el contrario buscáis algo perturbador, mejor que busquéis en otro sitio. Entretenida.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

🎬 VOD