The Dark Tapes review


Título original: The Dark Tapes

Año: 2017

Duración: 98 min.

País: Estados Unidos

Director: Vincent J. Guastini, Michael McQuown

Guion: Michael McQuown

Fotografía: Matt Shapira, Michael McQuown

Reparto: Emilia Ares Zoryan, Danielle Baez, David Banks, Jonathan Biver, Shane Hartline, Cortney Palm, Katherine Shaw, Brittany Underwood, Stephen Zimpel


Una terrorífica mirada al abismo paranormal.

Ya estamos otra vez con un producto found footage. Parecía que la moda había pasado pero The Dark Tapes vuelve a la carga con un subgénero que ha dado mucho de sí. Pero no os asustéis, sus buenas dosis de actividad paranormal dan al traste con lo que parece la premisa fundamental de este tipo de cintas, que no es otra que hacer todo tipo de alardes técnicos cámara en mano. Es decir, y para que me entendáis, no se abandona ese artilugio ni para ir al lavabo. En esta cinta, sin dejar de ser todo eso, pasa bastante inadvertido para regocijo de un tipo de público, como el que escribe, no muy fanático del tema.

En mi opinión, una de las obras maestras de ese tipo de cintas es V/H/S del ya lejano 2012 y cuya autoría omito para no alargar esto demasiado. La película que nos ocupa bebe en cierta manera de esa fuente con un pequeño toque de la hypeada Paranormal Activity de Oren Peli. Sé que parece extraño, pero esta mezcla da mucho de sí. Si nos paramos a pensar, no dejan de ser ambas hijas de la misma madre.


Cuatro cuentos como cuatro soles con un denominador común: el Terror, disfrazado, eso sí, con todo tipo de miedos ancestrales, en los cuales seguramente ya estaréis pensando.

Estamos ante una no muy original película a cargo de Vincent J. Guastini y Michael McQuown, siendo este último el encargado del guion. Sus pinceladas de intelectualidad marcan un poco la diferencia, lo cual no es del todo positivo puesto que encontramos a faltar algo más de truculencia. Sus excesivos diálogos hacen que se pierda la esencia que toda buena cinta de terror debe tener. No es que seamos excesivamente adictos al gore, pero en esta ocasión, y sin que sirva de precedente, algo más de chicha habría sido de agradecer. ¿El resto del producto?, pues perfecto. Apartado visual de categoría con gran aportación de los departamentos de maquillaje, efectos especiales y stunt, escasos pero muy efectivos y creíbles.

Siendo un film de estas características sería un pecado no nombrar el apartado de la fotografía, en este caso bicéfalo: Matt Shapira y Michael McQuown son los culpables de ofrecernos unas imágenes impactantes y con unos ángulos imposibles.


Pasaré de puntillas por el apartado interpretativo. El elenco es interminable. Solamente me atrevo a nombrar a Brittany Underwood en el papel de Amanda  y a David Banks como Sam ya que, en mi opinión, destacan algo sobre el resto, que dicho sea de paso cumplen sobradamente con su trabajo.

Para finalizar recomendarla a todos los amantes del ya manido “cámara en mano” que busquen algo más. Ese plus lo encontraran sin duda y se lo pasaran en grande con algún que otro bote en la butaca.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan