Crónica Festival de Sitges 2016 día 5


Martes 11 de Octubre

Ya estamos en el ecuador del Festival y se nos ha pasado volando. Una de las causas de eso, aparte de otras que en este momento no puedo mencionar, es la vibrante sucesión de grandes títulos, aderezados con la presencia de sus protagonistas. Directores, actores, guionistas y demás integrantes de la industria, se han sumado a la gran fiesta del cine que representa el Festival de Sitges en su edición de 2016.

Vamos a explicar brevemente lo que ha dado de sí esta quinta y trepidante jornada. Hemos tenido un poco de todo como suele ser habitual. Como denominador común el entretenimiento y la diversión.

Para empezar, no nos movemos de España para ver El Ataúd de Cristal de Haritz Zubillaga. En el guion tiene la colaboración de Aitor Eneriz. El director bilbaíno cuenta con larga experiencia en el mundo del cortometraje, estrenándose con esta cinta en el formato mayor. Debuta con un producto en principio chocante. Un solo personaje y una sola localización, una limusina. Realmente atractivo y arriesgado, cosa que complace nuestros más bajos instintos. El apartado interpretativo enseguida está resuelto, Paola Bontempi se encarga de todo. Entre su bagaje, la participación en la serie La que se Avecina. Amanda se sube a una lujosa limusina para asistir a una gala en la que ha de recoger un premio. Nada más sentarse, los cristales se tintan de negro, el móvil queda inutilizado y las puertas no se pueden abrir. Su único contacto es una metálica voz que continuamente le dice que es inútil intentar la huida. Comienza el espectáculo.

De Estados Unidos nos llega Trash Fire de Richard Bates Jr., autor también del guion y que nos asombró de manera muy positiva con sus anteriores trabajos, Suburban Gotic y Excision. El que nos ocupa no le anda a la zaga. Es un poco inclasificable, pero tiene todos los ingredientes que son factor común en la carrera del director estadounidense, entre ellos que es un drama familiar que echa mano del terror para acabar de explicar la historia. Otra cuestión a tener en cuenta y que está de acuerdo con lo que hemos comentado antes, es la presentación de almas atormentadas, casi al límite de la locura. Aterradoras y tiernas a la vez. Una dualidad que dibuja con suma maestría Richard Bates Jr. Uno de los puntos fuertes de la cinta son las interpretaciones. Creo que es la primera vez que lo hago, pero empezaré con una secundaria: AnnaLynne McCord. Parece que siempre le toca bailar con el más feo, pero su interpretación de Pearl es sublime. Actriz fetiche del Richard Bates Jr., deja aquí su huella como en Excision. Del resto nombrar a Adrian Grenier, Angela Trimbur, Ronnie Gene Blevins y Fionnula Flanagan. Owen e Isabel son una pareja que casi sin quererlo van a tener un hijo. Su relación es algo peculiar, en parte debido al turbio pasado de Owen. Éste convence a Isabel para ir a visitar a su familia: su abuela Violet y su hermana Pearl, que viven en un pueblo apartado de toda civilización. Su objetivo está claro, redimir las antiguas rencillas familiares. Quizás hubiera sido mejor que se hubieran quedado a ver la televisión.

Seguimos en el mismo país, Let Me Make You a Martyr nos espera con los brazos abiertos. Sus directores y guionistas son Corey Asraf y John Swab. Como curiosidad comentar que tardó cinco años en realizarse. Con gran audacia, la película salta sobre los clichés y estereotipos gastados que pueblan tantas cintas de crímenes. Una voz diferente dentro del cine independiente. Entre el elenco encontramos curiosidades, para empezar Marilyn Manson que cuenta con algo de experiencia en el medio. Solamente hay que nombrar: Matrix de los hermanos/as Wachowski, Lost Highway de David Lynch y Bowling for Columbine de Michael Moore. Drew Glass ha vuelto a la ciudad. Nada más llegar se cruza con: su padre adoptivo y jefe del crimen local, su hermana adoptada y amante adicta al crack, un sacerdote ciego con un inconfesable secreto, una niña desaparecida y un asesino solitario en alquiler. Como veis, Drew tiene más de un reto.

Como no podía ser menos, el documental hace acto de presencia. Herederos de la Bestia de David Pizarro y Diego López, trata, como suponemos habéis adivinado, de la película de culto El Día de la Bestia de Álex de la Iglesia. Parece mentira pero ya han transcurrido dos décadas desde su estreno. Destacar que supuso la confirmación como cineasta del director vasco y el descubrimiento de Santiago Segura.

Volvemos al cine más tradicional con In a Valley of Violence del norteamericano Ti West, con el guion también a su cargo. Es autor, entre otras, de la recordada e inquietante The Sacrament. En esta ocasión abandona su género favorito para mostrarnos lo que parece que se ha vuelto a poner de moda, el western. Recalcar la curiosa manera de promocionarla con la frase: La mejor interpretación de John Travolta en años, cosa que a más de uno puede producirle el efecto contrario y huir de la sala como Speedy González. Entre los intérpretes, un John Travolta con una larga carrera a sus espaldas, entre sus films Pulp Fiction de Quentin Tarantino. Seguimos con Ethan Hawke, recordad su interpretación en Antes de Amanecer de Richard Linklater. Paul es un vagabundo misterioso que se dirige con su perro Abbie a un pueblo minero casi abandonado y controlado por el Mariscal y su hijo Gilly. La tensión entre Paul y Gilly estalla en un episodio de violencia que involucra a todos.

Aparece el cine indio, y lo hace con Psycho Raman de Anurag Kashyap, ayudado en el guion por Vasan Bala. Director con gran trayectoria, cuenta entre sus trabajos con el drama Bombay Talkies y el thriller Gangs of Wasseypur. En esta ocasión se decanta por un thriller con tintes dramáticos que, en nuestra opinión, lo acaba de consagrar. Está basada en el famoso asesino en serie Raman Raghav, muy conocido en los años sesenta en la ciudad de Bombay. A partir de aquí todo parecido con la realidad es pura coincidencia. Es de vital importancia el mencionar a sus dos protagonistas, pues las actuaciones de ambos están a un nivel estratosférico. Por una banda un desfasado Vicky Kaushal, que nos ofrece un rango actoral muy amplio pero sobre todo nos quedamos con la actuación de Nawazuddin Siddiqui, como Ramanna, se marca un asesino tan carismático como terrible. Estas dos actuaciones serán difíciles de olvidar. Bombay, actualidad. Ramanna es un asesino en serie obsesionado con el joven policía Raghavan. Este último siempre actúa al límite de las leyes, y tal vez por eso, tal vez por la simple obsesión de un loco sus vidas se cruzaran. A medida que Ramanna avance en sus asesinatos más se adentrará en el verdadero infierno Raghavan.

De un país tan poco dado a ofrecernos films de terror, aunque en esta ocasión esté tamizado con mucho humor, como Austria, nos llega Attack of the Lederhosenzombies de Dominic Hartl, ayudado en el guion por Armin Prediger. Ya no es sorpresa que año tras año aparezcan docenas de títulos sobre temática zombie. Sí, digo temática porque si no es un género como tal... casi podría llegar a serlo. Entre series, películas y cortometrajes nos saturan con casi un centenar de productos nuevos al año. Dentro del mismo género zombie mención aparte merecen las “zomedias” como ya han sido bautizadas las comidas de los come-cerebros. Branka, Steve y Josh quedan atrapados en un pequeño resort en medio de los Alpes Tiroleses. Como hasta el día siguiente no podrán coger el autobús que los lleve de nuevo a la civilización deciden pasar la noche en la fiesta que tienen montada en el bar. Pero no esperaban que un grupo de zombies hambrientos de cerebros les visiten en tan inhóspita región. Lo que iba a ser una noche de juerga se convierte en una noche para sobrevivir a base de destruir cerebros.

Exhaustos tras una larga jornada, nos metemos felices en la cama soñando con un mañana esperanzador, en el cual puede que nos encontremos con algún que otro infectado.