Before I Wake review


Título original: Before I Wake

Año: 2016

Duración: 97 min.

País: Estados Unidos

Director: Mike Flanagan

Guión: Mike Flanagan, Jeff Howard

Música: Danny Elfman, The Newton Brothers

Fotografía: Michael Fimognari

Reparto: Jacob Tremblay, Kate Bosworth, Thomas Jane, Annabeth Gish, Scottie Thompson, Dash Mihok


Una propuesta interesante aunque poco aterradora.

Jessie y Mark son un joven matrimonio en plena lucha por superar la muerte de su pequeño, en un desgraciado accidente doméstico. Juntos deciden acoger en adopción, a un niño de ocho años llamado Cody. El chico ha tenido una problemática vida que, entre otras cosas, le impide conciliar el sueño con normalidad. Poco a poco, la pareja descubrirá toda la verdad acerca de Cody y su trastorno para dormir.


Mike Flanagan, el aclamado director de Oculus: El Espejo del Mal y Hush, dirigió en 2013 esta película la cual, por problemas financieros de varias productoras, no ha visto la luz hasta abril de 2016. Relativity Media ha adquirido los derechos para la distribución en USA y como en la mayoría de trabajos de Flanagan, la producción destaca por el cuidado y la calidad mostrada en casi todos sus apartados. Desde la fotografía hasta la banda sonora, todo es correcto pero sin llegar a ser memorable. El problema, viene dado por una promoción dirigida a enfocar el film como una pieza de terror, cuando se debería catalogar como un thriller de suspense con toques sobrenaturales. Los pocos sobresaltos que hay, son algo previsibles y no llegarán a hacernos brincar en la butaca.

Como es habitual en el realizador, el guión ha corrido a cargo del mismo Flanagan, ayudado por Jeff Howard que ya trabajaron juntos en Oculus: El Espejo del Mal. Sin lagunas y bien cerrado, intenta mantener un ritmo que decae a veces y continua con la tónica general de la producción, correcto pero sin excesos. Para la conclusión, queda todo tan bien explicado que cuando asimilamos lo descrito, echamos en falta esos finales que lo dejan todo en el aire.


Por otra parte, el elenco realiza su labor de forma adecuada pero sin ostentaciones y cabe destacar el papel de Jacob Tremblay. El joven demuestra una madurez y un saber hacer que para ellos quisieran muchos actores adultos. Tremblay se dio a conocer y nos hizo estremecer, con su interpretación en la impactante The Room. Aquí, junto a Kate Bosworth y Thomas Jane, que interpretan a los padres adoptivos de Cody, llevan el peso de la historia y el resultado sigue la tónica general del resto de apartados y puede calificarse como correcto.

Una apropiada película de suspense que no pasará a la historia del género en ninguna de sus facetas pero que tampoco desmerece el conseguir una puntuación de aprobado alto, por el cuidado trabajo que demuestra en todos sus segmentos. Los aficionados que esperen una película de terror al uso, no quedarán demasiado convencidos.

Firma: Sergio Bosch.