Resurrección review


Título original: Resurrección

Año: 2015

Duración: 102 min.

País: Argentina

Director: Gonzalo Calzada

Guión: Gonzalo Calzada

Música: Supercharango

Fotografía: Claudio Beiza

Reparto: Martin Slipak, Patricio Contreras, Diego Alonso, Lola Ahumada, Silvana Di Sanzo, Ana Fontán.


Interesante idea con narración confusa.

La fiebre amarilla es una enfermedad provocada por la picadura de un tipo específico de mosquito, que provocaba unos síntomas parecidos a los de la gripe que podía llegar a provocar la muerte y que fue una seria epidemia durante varios años en África y Sudamérica. Hasta que no se supo el qué era lo que lo causaba habían múltiples teorías, sumando la fe fervorosa y bastante ignorancia hacía que la idea de que se tratara de una maldición del mismo demonio y las maneras (equivocadas) de combatirlo fueran las más predominantes. Resurrección cuenta, añadiéndole mucha fantasía, el serio problema que supuso este hecho.

En 1871, un joven sacerdote aprovecha el viaje para instalarse en Buenos Aires para visitar la vieja casa familiar, habitada por su hermano, la esposa de este y una hija. Al llegar se encuentra que su hermano está moribundo y algunos hechos le harán pensar que esto puede ser obra de una maldición.

Estamos delante de una película muy densa, con un argumento algo rocambolesco y un ritmo excesivamente lento. Se tiene la sensación de que los acontecimientos entran en una especie de bucle y no se consigue avanzar en la trama. Para rematar ocurren múltiples acciones que no hacen más que repetirse una y otra vez acentuando la sensación de estancamiento argumental perpetuo. Aún con esas, la trama es interesante cuando consigue avanzar de vez en cuando aunque de manera muy tramposa. Cuenta datos falsos para que en el último giro todo parezca revelador y sorprendente, y en parte lo es, pero por puro sabotaje.

La ambientación es su punto fuerte, mostrándonos un lugar y una época muy poco explotado en el cine que consigue representarla muy bien con los pocos escenarios que hay (es una película de casi dos horas y solo con tres/cuatro espacios). Dirige y escribe su tercer largometraje Gonzalo Calzada, que tras La plegaria del vidente repite con una cinta de género, aunque esta sería más de suspense que de terror. En cuanto al guión tiene bastantes problemas narrativos, con escenas que se repiten múltiples veces que se podrían haber suprimido y rebajar la duración de la cinta, algo excesiva. Muy acertado en su papel el veterano Patricio Contreras (Matar a todos, Papá se volvió loco), con una interpretación poderosa utilizando varios registros, aparte de poseer una voz atronadora. No tan acertado está el otro protagonista, Martín Slipak (All Night Long), al que en ocasiones cuesta de entender por problemas de dicción.

Es una cinta muy psicológica que habla sobre la crisis de fe de un sacerdote en un marco histórico interesante pero que cuesta entrar en ella. No es una mala película, tiene un ritmo muy tranquilo y algunas escenas bastante interesantes, pero argumentalmente es un poco caótica y tiene un desenlace algo confuso.

Firma: Oriol Hernández.