The Bride review


Título original: The Bride

Año: 2016

Duración: 90 min.

País: Taiwan

Director: Lingo Hsieh

Guión: Lingo Hsieh, Ting-Han

Música: Jay Slash

Fotografía: Ko-Chin Chen

Reparto: Tanaka Chie, Nikki Hsieh, Hsin-Ying, Wu Kang-Ren, Vera Yan Zheng-Lan


Una inquietante y poética tradición.

¿Quién no cree en fantasmas? Haberlos haylos aunque muchos de ellos lleven traje y corbata. En el término más esotérico de la expresión esas criaturas las tenemos de todos los colores, eso sí, con el denominador común de estar en posesión de bastante mala leche, para regocijo nuestro y de todos los amantes del terror.

The Bride está en esa línea. Se mueve con holgura entre las clásicas cintas de espíritus pero con un toque oriental que le otorga personalidad. A los que busquen alguna similitud con la mítica The Ring de Hideo Nakata que se lo vayan quitando de la cabeza. Tampoco esperéis que sea un cuento para niños, los pelos de punta están garantizados, pero se mueve en otro espectro, permitidme la expresión. Tiene la particularidad de ahondar en lo más hondo de las tradiciones taiwanesas, que dicho sea de paso, son bastante tremebundas. Como su nombre indica, la novia es la auténtica protagonista.

Una antigua tradición religiosa de Taiwan dice que si una mujer joven fallece antes de casarse, vagará entre el mundo de los vivos hasta que consiga un novio elegido al azar, o no. Descansará la pobrecita después de la festiva ceremonia.

A partir de un excelente guion obra del mismo director, Lingo Hsieh, y Ting-HanThe Bride destila poesía en todo su metraje. Ya estamos acostumbrados, por lo que lejos de sorprendernos, es algo que esperamos como sinónimo de la calidad intrínseca de los filmes orientales. Su tenue vuelta de tuerca se nos antoja accidental, aunque no lo sea. Con ello quiero decir que no se nos pasa por las narices como un alarde cinematográfico, sino que es consecuencia de una historia muy bien hilvanada y llevada a la pantalla. Quizás beba más del mundo occidental que del que le es propio. Me estoy refiriendo a cierta similitud con la excelente El Sexto Sentido de M. Night Shyamalan.

Entre los aspectos negativos, cierta confusión creada en el desarrollo. Al final todo queda más claro que el agua clara, pero muy al final para mi gusto, quizás a los menos amantes del cine oriental les cueste un poco meterse de lleno.

Siempre nos gusta destacar algún aspecto técnico, por la importancia que estos tienen en el producto final. En esta ocasión le ha tocado el turno a la música de Jay Slash. Espectacular, hipnótica y con una tristeza espeluznante.

Las interpretaciones son muy interesantes. Parece que se juegue a la difícil definición de los actores, por su parecido físico, sobre todo en la parte femenina. Hsin-YingTanaka ChieVera Yan Zheng-Lan y sobre todo Nikki Hsieh están esplendidas. Le toca sufrir toda la furia femenina al apuesto galán Wu Kang-Ren.
Muy buena película que encantará a todos los fans del cine oriental, aún más, si cabe, a los que se decanten por el cine fantasmagórico.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan