Black Mountain Side review


Título original: Black Mountain Side

Año: 2014

Duración: 99 min.

País: Canadá

Director: Nick Szostakiwskyj

Guión: Nick Szostakiwskyj

Fotografía: Cameron Tremblay

Reparto: Shane Twerdun, Michael Dickson, Carl Toftfelt, Marc Anthony Williams, Andrew Moxham, Timothy Lyle, Steve Bradley, Nathaniel Gordon, Bryce McLaughlin, Kelvin Bonneau, Cameron Tremblay


El terror se oculta bajo la nieve.

En la parte más septentrional de Canadá hace muchísimo frío. En pleno invierno pueden llegar a cincuenta grados bajo cero, y la luz solar dura escasamente cinco horas. Con estos datos no es de extrañar que solo habiten esa zona escasamente cien personas. Viene esto a cuento para que vayamos haciéndonos una idea de la dificultad de un rodaje que si bien no llegó a ese extremo, poco le faltaba. A Björk, conocida cantante islandesa, se le preguntó una vez que definiera en una sola palabra a su país, su respuesta fue: silencio. Trabajar en un lugar de estas características debe ser alucinante, sobre todo en las largas horas de ocio, ¿qué haces?, pues casi casi morirte de asco.

Otras cintas han reflejado de manera magistral las reacciones humanas ante el aislamiento más absoluto. Como muestra, The Shining del maestro Stanley Kubrick. En Black Mountain Side no ocurre nada que se le parezca, pero la locura está tan cerca que al final acaba por estallar.

Un grupo de arqueólogos hacen un descubrimiento que en principio parece que puede cambiar el destino de la humanidad. Pero todo hallazgo necesita ser comunicado. Pronto se darán cuenta que eso se convierte casi en misión imposible. Algo parece que acecha al grupo.

Nick Szostakiwskyj se pone tras la cámara después de una larga carrera en el departamento de sonido, también es el encargado de un alocado guión. Esto no lo digo por frenético o divertido, si no en el sentido de que la fábula que nos cuenta no se la cree ni Santa Claus. Tras un inicio prometedor, toma una deriva digamos que metafísica que unido a unos demasiado extensos diálogos, hace que todo se haga incomprensible y un poco tedioso. De todo hemos visto a lo largo de los años, pero si se quería contar algo fantástico, hay maneras mucho mejores de hacerlo.

Otra cosa es la calidad técnica de la película, que es excelente. La fotografía de Cameron Tremblay, que tiene un pequeño cameo, refleja unos parajes que hacen que te quedes con la boca abierta. Además rodar en esas condiciones tan extremas, eleva hasta donde queráis la admiración por la maestría con la que fue rodada. La dificultad no solo se centraba en filmar esos esplendidos exteriores, si no que las imágenes dentro de los bungalows, con tan poco espacio, son también dignas de resaltar. Un espectáculo visual de primer orden.

De entre el extenso reparto destacaría a dos de los actores principales, Carl Toftfelt y Michael Dickson, destacan ligeramente dentro de un elenco tan coral.

Una cinta que gustará a los amantes de la naturaleza y a los fans de las historias con la mitología como trasfondo. Creo que solo por eso ya vale la pena dedicar los casi cien minutos a visionarla. Curiosa.

Firma: Josep M. Luzán.