La Horca review


Título original: The Gallows

Año: 2015

Duración: 81 min.

País: Estados Unidos

Director: Travis Cluff, Chris Lofing

Guión: Travis Cluff, Chris Lofing

Música: Zach Lemmon

Fotografía: Edd Lukas

Reparto: Cassidy Gifford, Pfeifer Brown, Ryan Shoos, Reese Mishler, Alexis Schneider, Donna Robinson, Price T. Morgan, Mackie Burt


Fantasmas y adolescentes. Nada nuevo.

La Horca es un slasher fantasmal dirigida por el dúo Travis Cluff (Gold Fools) y Chris Lofing (que solo ha dirigido un puñado de cortometrajes, y lo que sorprende es más bien su juventud) poco interesante y falto de originalidad. Se esfuerza en conseguir una atmósfera de terror psicológico, pero al no conseguirlo te ataca una y otra vez con golpes de sonido para unos sustos poco afortunados. No es una película horrible pero sin duda habré olvidado que la he visto en un par de semanas.

Un grupo de estudiantes se cuelan en el instituto por la noche para destrozar el decorado de una obra de teatro que protagoniza uno de ellos. La obra en cuestión es la misma que veinte años atrás llevó a la muerte a uno de sus actores.

Por lo pronto, odio eterno a sus personajes. Unos absolutos cretinos. Entiendo que quieran reflejar una etapa de la vida en la que sus principales preocupaciones son bastante mundanas y solo piensan en divertirse, pero quedan reflejados de una manera muy tópica, muy estereotipador todo. A parte de su nulo carisma y sus chistes sin gracia, se esfuerzan en cumplir todas las normas para morir en un slasher de toda la vida. Y aún les pasan pocas cosas. Como datos curiosos sus personajes, Reese, Pfeifer, Ryan y Cassidy son interpretados por actores con sus mismos nombres y que unos de sus directores, Travis Cluff tiene un pequeño papel como el director de la obra.

La película está rodada en found footage, y no ayuda en nada, aparte de tener una imagen muy oscura y que el continuo movimiento puede llegar a ser molesto este método tampoco aporta nada al film además de poco lógico. Al comienzo lo utilizan más como una linterna que para grabar (que por cierto, si vas a cometer algún acto que te puede acarrear problemas como es el caso, no lo grabes en vídeo. Son pruebas contra ti, melón), más adelante esta se va quedando sin batería pero siguen grabando con móviles. A mí me está persiguiendo un fantasma asesino y mi preocupación por si la cámara queda bien apoyada en el suelo es nula.

La película es corta y poco original, no hay escenas memorables de ningún tipo y los personajes son completamente insípidos. No hay efectos de nada, ni banda sonora, los únicos arreglos son los golpes de sonidos que te explotan en la cara para asustarte a la fuerza. Y el guión se podría haber escrito en una servilleta y sobra espacio. A decir verdad, el final me sorprendió. Es una locura, tiene cero sentido y no deja de ser absurdo. Pero caramba, me sorprendió.

Firma: Oriol Hernández.