German Angst review


Título original: German Angst

Año: 2015

Duración: 112 min.

País: Alemania

Director: Jörg Buttgereit, Michal Kosakowski, Andreas Marschall

Guión: Jörg Buttgereit, Andreas Marschall, Goran Mimica

Música: Varios

Fotografía: Sven Jakob-Engelmann

Reparto: Jörg Buttgereit, Katja Bienert, Annika Strauss, Daniel Faust, Denis Lyons, Milton Welsh, David Brückner


Gore desde todas las perspectivas.

En los últimos años han proliferado mucho las antologías de terror, las tenemos de todos los tipos y colores, de más y de menos calidad, pero hasta el momento no habíamos tenido el placer de visionar una antología centrada en ese sub-género que tanto llama la atención para bien y para mal, hablamos de German Angst, y su manera de mostrarnos gore bastante particular. Tres segmentos, para tres directores de lo más dispares.

Comencemos por el principio. Jörg Buttgereit, el director más reconocido de este trío, principalmente por su controvertida obra maestra Nekromantik, es el encargado de dar el pistoletazo de salida a este ómnibus, con el segmento titulado Final Girl.

La historia es visualmente impactante y se sirve de las imágenes para narrarnos su historia, una chica tiene atado en su cama a un hombre, toda su ira se centra en esta persona... ¿Quién es, y por que la protagonista le tiene tanto odio? Final Girl es la historia más corta de las tres, y a su vez es la más explícita y brutal de ellas. Buttgereit hace honor a su nombre y nos regala un segmento corto y contundente, con un maquillaje sublime. Como parte negativa, tal vez su guión quede algo... escaso, centrándose mucho más en regalar al espectador una buena escena de gore, que una historia elaborada.

El eje central de German Angst lo ocupa Michal Kosakowski, para el cual, este es su primer trabajo en un largometraje, anteriormente tenía en su haber un cortometraje y un documental.

La historia tira de las raíces del director polaco, para contarnos algo que marco a su país para siempre, la invasión nazi a Polonia durante la segunda guerra mundial. Claramente este segmento es una denuncia social contra el fenómeno neo-nazi en nuestra sociedad. Creo que Make a Wish es el segmento más fuerte de los tres, principalmente por el tema que toca, aunque cierto es que en los momentos donde se muestra imágenes del pasado, se torna más festivalero tal vez para quitar un poco de hierro al asunto, cosa que en parte se agradece, pues la parte donde los neo-nazis se dedican dar una paliza a un par de inocentes son tan explicitas que más de uno girará la vista.

Por último, y no por ello menos importante, Andreas Marschall, conocido por Tears of Kali y Masks, nos trae el segmento más largo de los tres Alraune, que bien podría definirse como una autentica pesadilla onírica. Visualmente impactante pero sin duda el menos gore de los tres. Este declarado amante del Giallo, muestra muchos tintes de este género en este segmento, de manera magistral, aunque debido a esto mismo, el gore queda relevado a un segundo plano, aunque tranquilos al final de la historia recibimos nuestra dosis de sangre.

Un hombre queda por internet con una mujer en medio de una discoteca, no se conocen pero ella asegura que la reconocerá fácilmente. Así pues nada más llegar allí, nuestro protagonista si lanza a por una morena que le guiña el ojo, ¿acertó a la primera? ¿O tal vez a cometido uno de los mayores errores de su vida...?

Técnica y estéticamente sublime en los tres segmentos. Esta antología del gore, sufre bastantes altibajos debido a lo totalmente distintas que son las tres historias entre sí. Sin ningún hilo conductor entre ellas, podemos considerarlas casi como tres cortometrajes de gore independientes el uno del otro. No es la mejor antología de terror realizada pero sí que debido al abanico de historias que nos ofrecen los tres directores tendremos para todos los gustos. Personalmente me quedo con el segundo segmento, obra de Michal Kosakowski, por esa magistral forma de contarnos algo tan terrible como fue la segunda guerra mundial y las consecuencias que a día de hoy acarrean aquellos terribles sucesos.

Firma: Omar Parra.