Pieces of Talent review


Título original: Pieces of Talent

Año: 2014

Duración: 95 min.

País: Estados Unidos

Director: Joe Stauffer

Guión: David Long, Joe Stauffer

Música: Joe Stauffer

Fotografía: Joe Stauffer

Reparto: David Long, Kristi Ray, Taylor Kowalski, Barbara Weetman, Jon Stafford, Nate Panning, Joy Merrow, Shane Callahan, John Marchioni


Calidad en un film cruel y salvaje.

El título de este film refleja bastante bien lo que vais a ver y a escuchar. Talento en estado puro. Así que prepararos para las emociones fuertes, las sorpresas y la calidad. Que nos recuerde alguna cinta súper famosa no tiene nada de negativo. A ver quién es el guapo, hoy en día, en hacer algo totalmente original y sin un ápice de cualquier tipo de semejanza con obras pretéritas. Todos tenemos una familia, y la del cine es enorme y con variopintos personajes.

De ninguna manera estoy diciendo que copie o imite nada de lo que se haya hecho hasta ahora, pero es que el tema ha sido llevado tantas veces a la pantalla que es imposible abstraerse de ciertos tics, que incluso son de agradecer por parte del público. Y es que estoy hablando de un asesino en serie, más o menos simpático, pero un cabroncete al fin y al cabo. Seguramente ya estaréis mentalmente colocando estas piezas, no hagáis tanto esfuerzo, dejaros llevar por una historia tremebunda y atroz, salpicada con trocitos de cine, bastantes por cierto.

Joe Stauffer y David Long se inventan una historia llena de crueldad, pero rodada con algo de poesía, arte al fin y al cabo. Se nota, a la mínima que nos fijemos un poco, en unos mimadísimos planos. Todos y cada uno de ellos están realizados poniendo toda la carne en el asador y dejándonos con la boca abierta por sus capacidades técnicas. Una fotografía exquisita, del mismo Joe Stauffer sirve como un tamiz por donde transcurre el más terrible de los horrores. Si la intención de su director era sorprendernos, lo ha conseguido en todos los sentidos. En cierta manera no arriesga mucho, el planteamiento es bastante simple, pero está tan bien rodado que casi no nos damos cuenta.

Charlotte es una joven actriz que lucha sin descanso para conseguir sus objetivos. Como principal deber tiene el de mantenerse a sí misma y a su alcohólica madre, para ello no duda en trabajar como camarera en un club de striptease, aunque odia todo lo que lo envuelve. Una tarde asiste al enfrentamiento entre un vigilante con exceso de celo y un al parecer inocente transeúnte. David, que así se llama el hombre, es un cineasta, con lo que enseguida se establece la amistad entre ellos. Éste le explica un original proyecto en el que casualmente ella encajaría perfectamente. Charlotte no tiene ni idea para lo que ha sido contratada.

Fantástica película de terror, en el más puro estilo yankee del término. Con muchos aditivos sureños y que, como ya hemos comentado antes, recuerda vagamente a la excelsa La Matanza de Texas de Tobe Hooper. Tiene la particularidad que el angelito psicópata siempre se está riendo, hasta puede que nos caiga simpático, pero es un hijo puta concienzudo y muy trabajador y que graba todas las atrocidades que comete con un material digamos que arcaico, pero qué más da, supongo que no querría optar al Óscar de Hollywood. Como punto negativo, y aquí ya es una opinión muy personal, tiene un final muy abierto, es decir que amenaza con una secuela. De hecho ya tiene nombre A Missing Piece. Pero no adelantemos acontecimientos y disfrutemos de este producto.

He dejado para el final las interpretaciones, como viene siendo habitual. David Long, aparte de ser co-guionista, compone el personaje protagonista de manera magistral. Esa mezcla de buen rollo y monstruosidad está muy conseguida. Caso aparte merece Kristi Ray en su papel de final girl, este calificativo no la define exactamente. Su brutal acomodamiento a ese papel, la sustrae de la clásica actriz especialista en ese tipo de papeles. Magnífico trabajo el suyo.

Para finalizar, recomendarla encarecidamente. Es terror en estado puro, con algún aditivo interesante y que seguro sabréis valorar. Puede ser un bombazo. Al tiempo.

Firma: Josep M. Luzán.