Starry Eyes review


Título original: Starry Eyes

Año: 2014

Duración: 98 min.

País: Estados Unidos

Director: Kevin Kolsch, Dennis Widmyer

Guión: Kevin Kolsch, Dennis Widmyer

Música: Jonathan Snipes

Fotografía: Adam Bricker

Reparto: Alex Essoe, Amanda Fuller, Noah Segan, Fabianne Therese, Shane Coffey, Natalie Castillo, Pat Healy, Nick Simmons, Maria Olsen, Marc Senter


Terrorífica. Un rape & revenge que no deja indiferente.

Tiene crítica social, tiene fantástico, tiene terror y tiene violencia, Starry Eyes es un todo en uno que funciona muy bien y atrapa al espectador. Posiblemente una de las mejores películas en su género que hemos podido ver a lo largo de este 2014. También es verdad que a día de hoy después de ver un film como este, es inevitable que no te vengan a la cabeza casi media docena de producciones de temática similar. Si no eres de esos quisquillosos con la cantinela de "esto ya se ha hecho veinte veces" disfrutarás de una película que sabe muy bien como mezclar el rape & revenge con una temática de terror algo más sobrenatural.

Sarah, como muchas otras aspirantes a actriz, pelea duro con un trabajo mal remunerado y lo compagina con interminables audiciones para intentar alcanzar la tan ansiada fama algún día. Siguiendo un anuncio bastante misterioso, empezará a asistir a una serie de audiciones para nada convencionales, llevándole cada vez hacia un mundo más oscuro y retorcido. Parece que el precio que Sarah tendrá que pagar por la fama es demasiado alto...

Segundo largometraje para los directores Kevin Kolsch y Dennis Widmyer, que la mayor parte de su carrera ha sido trabajar juntos en todos sus proyectos, que incluyen cortometrajes, un documental y con Starry Eyes dos películas. El guión también está firmado por ambos, y precisamente es esto, su guión la parte que más flojea. No es que sea una historia mala, pero lo cierto que dista mucho de ser una idea original o rompedora. Lejos de ello, lo que si me llama la atención y mucho, es la gran puya que lanzan a ese mundo llamado Hollywood y todo lo que ello comporta, a estas alturas no vamos a engañar a nadie, pues Hollywood no todo es glamour y alfombras rojas.

Mención especial para su protagonista, Alex Essoe hasta la fecha una carrera discreta, compuesta mayormente por actuaciones en cortometrajes y sus apariciones en algún que otro largo, como Passion Play. En esta película sabe coger las riendas perfectamente y es ella quien tira del carro y nos llena la pantalla con una magnífica actuación.

Como decía la historia que nos proponen la pareja de directores no sorprende, pero el ritmo y esa mezcla de géneros sí que hacen que esos 98 minutos de duración pasen en un abrir y cerrar de ojos. Así que estamos ante una película de terror que funciona muy bien, pese a su carencia de originalidad, lo suple a la perfección con unas buenas interpretaciones, esa crítica al mundillo hollywoodiense que me encanta y la casquería y explosión de violencia en su parte final. Recomendada si te gustan los rape & revenge, o el Cronenberg más oscuro y virulento que tantos buenos ratos nos hizo pasar a los amantes del terror en los 80.

Firma: Omar Parra.