Living Dark review


Título original: Living Dark: The Story of Ted the Caver

Año: 2013

Duración: 112 min.

País: Estados Unidos

Director: David Hunt

Guión: David Hunt, Kevin Brown

Música: Christopher Marianetti

Fotografía: Craig Bauer

Reparto: Chris Cleveland, Matthew Alan, Mark Hayter, Circus Szalewski, Jason Wolf


100% claustrofóbica. Terror lowcost.

Partiendo de un presupuesto muy ajustado (no llega a los 2 millones de dólares), y basándose en una premisa tan interesante como perturbadora. Esas son las señas de identidad de Living Dark, coger una de los cientos de miles de misteriosas historias que corren por internet. De esas que tal vez nunca sepamos si son ciertas o no, y desarrollarla de manera magistral.

Este film podemos dividirlo en dos partes bien distintas, en su primera hora inicial, destaca por su atmósfera asfixiante y ese halo de misterio que envuelve todo. Un terror sutil que va calando en el espectador, sinceramente pocas veces con tan poco me habían transmitido tanto en una película. La segunda parte sin duda hace perder enteros al conjunto, pues optan por un desenlace mucho más al estilo Hollywood y esto hace perder un poco toda la esencia y toda la propuesta inicial que nos propone Living Dark.

Tras volver del funeral de su padre, Ted y su hermano Brad toparan con una misteriosa cueva, situada en mitad de la montaña. Decididos a explorarla se darán cuenta que al final hay un pequeño agujero inacabado. Aquí empezará la obsesión por descubrir que esconde el interior de esa misteriosa cueva y el porqué se dejo la excavación a medias.

Kevin Hunt dirige con pulso firme y co-escribe junto a Kevin Brown un creepypasta sacado de las mismas entrañas de internet. Donde hace casi una década un joven aventurero encontró dentro de una cueva un misterioso agujero y empezó a narrar sus peripecias para poder atravesarlo. La idea es atrayente, la puesta en escena, austera, pero funciona a las mil maravillas. Hace unos meses tuve la oportunidad de ver una de las grandes propuestas del terror español, La Cueva, y pensaba que el nivel de ansiedad y claustrofobia conseguido en ese film sería inigualable. Kevin Hunt me ha hecho ver que solo era cuestión de tiempo, y que realmente lo importante es el buen hacer y no los grandes presupuestos.

Hablaba antes de su presupuesto ajustado, pero hay veces que el talento se impone a cualquier presupuesto. En este caso destacar a Craig Bauer, encargado de la fotografía en esta cinta, un hombre que ha trabajado en más de una veintena de superproducciones de Hollywood, precisamente no estamos hablando de un novato y esto se nota en cada plano y en el buen hacer a la hora de introducirnos en esa angosta cueva junto a sus protagonistas.

Por otra banda tenemos a la pareja de actores protagonista, Matthew Alan, junto a un increíble Chris Cleveland. El personaje de Alan no llega a profundizar tanto como el protagonista absoluto de esta película, Ted. Ahí es donde Cleveland se puede lucir puesto que la cinta da pie a ello, y disfrutamos (o sufrimos, más bien) con la evolución del personaje y su descenso a la locura y la obsesión de ese misterioso agujero.

Con Living Dark lo pasarás mal, disfrutarás de esas pequeñas joyas que surgen cada x años y se convierten en clásicos instantáneos del género. Una lástima que la parte final desmerezca un poco a ese inicio tan brutalmente bien llevado. Aun así creo que este film es todo un descubrimiento para todo amante del terror.

Firma: Omar Parra.