Apartamento 1303: La maldición review


Título original: Apartment 1303 3D

Año: 2013

Duración: 85 min.

País: Estados Unidos

Director: Michael Taverna

Guión: Michele Taverna

Música: John Lissauer, Yoann Bernagoult, Davy Bernagoult

Fotografía: Paul M. Sommers

Reparto: Mischa Barton, Rebecca De Mornay, John Diehl, Julianne Michelle, Corey Sevier, Katherine Cleland, Kathleen Mackey, Jessica Malka, Grace Savage


Podría haber sido, pero NO fue. Aburrida y absurda.

Esta fue una de esas pocas veces que me dije, esta vez hay mucho margen de mejora en un remake, puede que esté bien. Pero iba muy equivocado, lejos de mejorar la primera versión japonesa, creo que incluso lo empeora y eso si que era difícil. Y es que señores, los fantasmas ya NO están de moda, el tema ha sido sobreexplotado y si encima nos ofreces algo mil veces visto y para más inri mal realizado uno se duerme hasta en el cine. Sobreactuaciones, fallos de racord, un guión por momentos bochornoso... vamos completito el remake de Apartamento 1303. Al menos en su primera versión japonesa estaba entretenida, pasaban cosas, cutres, pero había entretenimiento y con su final bizarro te podías echar unas risas. Esta nuevísima versión sólo tiene diálogos incoherentes, sobreactuaciones por doquier y muy poco de fantasmas y terror.

Janet se acaba de independizar, su nuevo piso es su sueño hecho realidad, grande, bonito y para ella sola... o eso creía ella. Extraños fenómenos no tardan en empezar a ocurrir, luces que van y vienen, extraños sonidos, sombras al final del pasillo. Parece que finalmente su nuevo piso deberá compartirlo con presencias que no son de nuestro mundo.

Más de diez años han tenido que pasar para que el director Michael Taverna vuelva a ponerse tras la cámara. Dirigida, escrita y producida por el mismo, Apartamento 1303: La maldición intenta ofrecernos una cara más seria y para eso nos añade subtramas a la principal y ya contada en la cinta original. La idea podría no ser mala, pero lo es. Ya que lo único que consigue es rellenar más de cuarenta minutos de metraje con paja que no aporta nada para lo que de verdad nos interesa. Sr. Taverna, ¿esto no representa que es una cinta de terror?

Hay momentos que me pregunto, Rebecca De Mornay estaba actuando en esta película o se la paso entera borracha como vemos por pantalla. ¡Qué lejos quedan aquellos tiempos donde interpretaba a ese nivel desgarrador como en La mano que mece la cuna! Aunque para papelazos tampoco se queda corta Julianne Michelle, ¡qué manera de sobreactuar!, había momentos que sentía vergüenza ajena en su actuación. Pero para no ser tan malos, hay que reconocer que Mischa Barton se marca una actuación digna de mención, muy por encima de compañeras de reparto, aun así no hay nada que salvar en esta película que está más hundida que el Titanic.

Más que una crítica, me tomo esto como una advertencia y espero ayudar a mucha gente a ahorrarse el sufrimiento de ver esta película. Os recomiendo ver la original, tampoco es una gran cinta pero vamos, al menos es de terror y no se va por otros derroteros dramáticos como la cinta que nos ocupa. Con bastante menos presupuesto, la película original de Ataru Oikawa nos hace pasar un rato mucho más entretenido que esta nueva versión.

Firma: Omar Parra.