Wolf Creek 2 review


Título original: Wolf Creek 2

Año: 2013

Duración: 107 min.

País: Australia

Director: Greg McLean

Guión: Greg Mclean, Aaron Sterns

Fotografía: Toby Oliver

Música: Johnny Klimek

Reparto: John Jarratt, Ryan Corr, Shannon Ashlyn


Desierto, sangre y gore.

Antes de comenzar a clarificar lo que he desentramado de esta segunda entrega, recomendaré a todos aquellos lectores que no hayan visto la primera parte, que lo hagan, no tanto porque haya una continuidad que les imposibilite poder seguir el hilo argumental que es del todo inexistente sino más para que disfruten del producto Wolf Creek, y no caigan en el error de ver esta nueva entrega y puedan pensar que la primera es más de lo mismo.

Dicho todo lo anterior, es imperioso mencionar que Wolf Creek 2 es una película que nace para el entretenimiento de todos aquellos que nos gusta el gore, la sangre y las muertes casi sin sentido en el mundo del cine. Quiero pensar también que es un homenaje deleite a todos aquellos que disfrutamos con el campesino paleto de la primera película, el personaje Mick Taylor interpretado por John Jarratt, con tanta fidelidad que cuesta trabajo pensar que en la vida real puede ser otra persona. Es un papel tan acertado y bien interpretado que ya es motivo suficiente para ver el metraje.

Uno de los principales encantos en las películas de Greg McLean (Wolf Creek y El territorio de la bestia), es la lograda ambientación de un realismo inusitado, combinando muy bien la fotografía de Will Gibson, con el que no ha contado en Wolf Creek 2, substituyéndolo como director de fotografía por Toby Oliver.

En esta segunda entrega encontramos el mismo protagonista principal, escenario y gore, el cual se intensifica y se vuelve más explicito, pero se distancia en prácticamente todo lo demás. Una de las cosas más notorias es el hincapié que se hace en la primera película en mostrar el desierto y en el ambiente en calma que le precede, sintiéndose el peso de la soledad y la lejanía de cualquier lugar, logrando una comparación entre villano y territorio muy exacto, afables en un inicio y terribles en la realidad. Dejando sin escapada a las víctimas que encuentran en unos inmenso espacios de desierto una trampa mayor que la guarida que los retiene.

Lo más destacable de esta secuela a parte del ya mencionado actor principal, es un trepidante inicio que es de lo más espectaculares que se ha visto en el inicio de un film en tiempo, y un divertido y original momento al más puro estilo “un, dos, tres, responda otra vez”.

Para disfrutarla como tantas otras, sin tener en cuenta de que film es predecesora.

Firma: Gerard FM.