The Bay review

Este film nos explica la transformación del mejor de los mundos posibles en el mismiso holocausto, y tiene un aire entre Tiburon y Piraña, dicho esto en el sentido más positivo. A pesar de que pueda parecer un puzzle un poco deslavazado, resulta muy coherente y para nada confusa, pero no nos esconde nada, al contrario, no tiene ningún miramiento a la hora de mostrarnos la realidad. Parece que asistamos a un telenoticias cualquiera aunque, sin duda, las noticias reales que estos nos ofrecen son bastante más desagradables que la de esta obra.

Título original: The Bay

Año: 2012

Duración: 84 min.

País: Estados Unidos

Director: Barry Levinson

Guión: Michael Wallach

Música: Marcelo Zarvos

Fotografía: Josh Nussbaum

Reparto: Kristen Connolly, Christopher Denham, Andy Stahl, Kether Donohue, Michael Beasley, Christopher Denham


Crecer y multiplicaros, pero ¡no tanto!

Sentado en el muelle de la bahía, mirando la marea removerse, al menos eso dice la canción, la verdad es que esta película tiene poco de poético pero mucho de calidad. La visioné dentro de una maratón de filmes realizados cámara en mano del Festival de Sitges 2012, y me llevé una grata sorpresa. No es la típica de este tipo de cintas, en las cuales se utiliza una sola cámara y casi una sola toma, si no que es como un collage de grabaciones hechas por diferentes personas y medios. Es sumamente original, en su temática también.


Este film nos explica la transformación del mejor de los mundos posibles en el mismiso holocausto, y tiene un aire entre Tiburon y Piraña, dicho esto en el sentido más positivo. A pesar de que pueda parecer un puzzle un poco deslavazado, resulta muy coherente y para nada confusa, pero no nos esconde nada, al contrario, no tiene ningún miramiento a la hora de mostrarnos la realidad. Parece que asistamos a un telenoticias cualquiera aunque, sin duda, las noticias reales que estos nos ofrecen son bastante más desagradables que la de esta obra.

Estamos acostumbrados a ver todo tipo de bichos en el celuloide. Unos más desagradables que otros. Los hay grandes y pequeños, y algunos cambian de tamaño, pero no sé porque a casi todos les gusta la carne humana. ¡Si que estamos ricos! Ver a una de esas criaturas zampándose a un humano es un espectáculo demasiado deja vu, lo bueno y novedoso es observar a esos angelitos devorándonos desde dentro. No se ve nada, pero debe resultar bastante doloroso. No sé si habréis visto Vinieron de dentro de, pero es algo parecido.

Dos investigadores descubren un muy elevado nivel toxico, provocado en teoría por el lanzamiento de los excrementos de una granja de pollos cercana, en las aguas de la bahía donde se encuentra el pueblo de Chesapake. Sus habitantes asisten atónitos a una plaga de parásitos que tienen la particularidad de introducirse, en forma de larvas, dentro del cuerpo humano. Lo que viene después ya os lo podéis imaginar.


Interesante apuesta del veterano Barry Levinson, en la cual nos muestra con maestría y lucidez, la generación del pánico colectivo. Su guión es magnífico y nos cuenta en clave ecológica el abuso que realiza el hombre sobre su entorno. Con suaves pinceladas nos explica la triste, y en cierto modo reaccionaria, manipulación por parte de los estamentos oficiales de algo tan simple y a la vez tan duro, como puede ser una plaga. Sin tiempo a reaccionar su laisez fer laisez paser, provoca una verdadera matanza. Al ser una obra coral, no puedo destacar las interpretaciones, todas ellas son muy breves, pero al mismo tiempo muy creíbles y su simplicidad hace que nos resulten muy reales. Destacar la fotografía y el montaje, ya que crean una atmosfera periodística que logra ampliamente crear la sensación que persigue y que no es otra que la plasmar una realidad apocalíptica.

Ya está dicho todo, pasareis un rato magnifico con ella y, además os dará que pensar. Todo ello en un solo pack. Si se os presenta la oportunidad no lo dudéis, dedicar sólo sus escasos 85 minutos para pasarlo bien. De eso se trata al fin y al cabo.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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