Thale review


Título original: Thale

Año: 2012

Duración: 77 min.

País: Noruega

Director: Aleksander L. Nordaas

Guión: Aleksander L. Nordaas

Música: Raymond Enoksen, Geirmund Simonsen

Fotografía: Aleksander L. Nordaas

Reparto: Morten Andresen, Erlend Nervold, Silje Reinåmo


Un maravilloso paisaje, alberga unas maravillosas criaturas.

Como elemento principal, un narrador cumplirá las funciones de guía en esta historia de seres mitológicos abordada por dos amigos que al ir a recoger un cadáver en una aislada casa, fruto del oficio de uno de ellos como limpiador de escenas criminales, descubrirán mucho más de lo que esperaban encontrar, viéndose envueltos en una inverosímil situación poco recomendable.

Fría como la nieve de los países escandinavos nos llega Thale, una película Noruega que sigue la estela de los anteriores fenómenos cinematográficos de estos países al norte, como Let the Right One In, Rare Exports, Headhunters o la monstruosa Trolljegeren de la que nuestro compañero Josep M. Luzán realizo una magnifica critica en la web.

Inefable en su fotografía, en su iluminación y en el cuidado de todos los atrezzos, con una gran puesta en escena, nos ilusionará al hacernos pensar que estamos frente a una nueva sorpresa del cine nórdico, más tarde descubriremos que no es así. ¿Interesante?, si, pero no esplendida, digna de ser vista, bien realizada, pero vacía en la historia. Con todas las intenciones de gustar pero sin los argumentos suficientes y con unos flashback que no terminan de conectar con el tempo natural que tiene la película, no lo logrará del todo.

Al inicio del metraje creeremos que estamos ante una película de terror puro, e incluso gore en sus segundos iniciales, lejos de la realidad, ya que la historia del director y guionista Aleksander L. Nordaas (del que debemos recordar su nombre porque estoy seguro que en un futuro nos sorprenderá gratamente), decide llevar la historia por el camino de lo desconocido, jugando con la imaginación del espectador, evitando mostrar más de lo necesario y enseñando la sangre justa.

No esperéis que nadie os cuente nada más, ni leáis sobre ella, porque es fácil romper el encanto de este film.

Firma: Gerard FM.