Wrong Turn 4: Bloody Beginnings review


Título original: Wrong Turn 4: Bloody Beginnings

País: USA

Año: 2011

Duración: 90 min.

Dirección: Declan O’Brien

Guión: Declan O’Brien

Producción: Erik Feig, Robert Kulzer

Fotografía: Michael Marshall

Música: Claude Foisy

Reparto: Daniel Skene, Dean Armstrong, Jennifer Pudavick, Scott Johnson, Sean Skene, Tenika Davis


La cuarta entrega de la ya famosa saga de slashers “Wrong Turn”, nos llega esta vez en forma de precuela, narrándonos las peripecias de esta familia de deformes endogámicos adictos a la carne humana, desde su más tierna infancia. La atmosfera conseguida en el interior del sanatorio, donde transcurre la trama, es realmente opresiva y enfermiza dando otra vuelta de tuerca al cine de psicópatas, mostrando originales y divertidas escenas de extrema violencia y sadismo sin límites, en las cuales el fluido vital mana a borbotones.

La dirección llevada a cabo de manera bastante correcta por Declan O’Brien, que también es el autor del guión, se ciñe a las normas de este tipo de películas consiguiendo el objetivo de asustar a pesar de ser algo predecible, no obstante, no decepciona aportando nuevas sorpresas extremadamente desagradables.

Un grupo de jóvenes se dirige en motos de nieve a las montañas de Manitoba con la intención de practicar ski y snow. Debido a una gran tormenta de nieve, los chicos se equivocan de camino y al anochecer, deciden buscar refugio en un antiguo sanatorio que parece deshabitado. Pronto tomarán conciencia de que el lugar no es tan tranquilo como ellos creían.

Salvaje slasher de terror con mayúsculas que, aún siendo la cuarta entrega de la saga, consigue sorprender y superar a sus antecesoras pero que tampoco pasará a la historia del género, puesto que el tema está ya bastante explotado.

Firma: Sergio Bosch.